Un Ayuntamiento "moderno"
Madarcos se sorprende ante el premio de arquitectura que ha recibido su nueva casa consistorial
Madarcos (34 habitantes), el pueblo más pequeño de la región, cuenta con uno de los 24 mejores edificios modernos de España. La IV Bienal de Arquitectura, organizada por el Consejo de Colegios de Arquitectos, ha elegido seis edificios madrileños entre los 24 más destacados. El galardón que ha recaído sobre uno de ellos, el Ayuntamiento de Madarcos, ha dejado sorprendidos a los habitantes de esta localidad de la sierra. Una vecina dio ayer su opinión. "Esta mañana [por ayer] me dijeron que le habían dado un importantísimo premio al Ayuntamiento. Al principio pensé que se trataba de una broma, porque el edificio es horrible. No tiene ni ventanas".César, veraneante de la localidad, manifestó también ayer su estupor. "Él salón de actos, desde que lo inauguraron, no se ha utilizado más que una vez. Está lleno de escaleras interiores y no se pueden dar bailes ni fiestas grandes. La parte administrativa y la clínica sí se utilizan, pero el aspecto , exterior es malo. No entiendo cómo le han podido dar un premio".
Este edificio fue inaugurado en 1996 por la Comunidad de Madrid. Las obras costaron 27 millones de pesetas. Consta de dos bloques: uno dedicado para salón de reuniones y otro para Ayuntamiento y clínica. Ambas edificaciones, carentes de ventanas, están separadas por un pequeño callejón. La luz entra por tragaluces, cristaleras y ventanucos. El conjunto, es obra de los hermanos Emilio y Rodrigo Pemjean y Carmen Martínez.
Una vecina afirmó ayer: "Me gustaba más el anterior Ayuntamiento, que por lo menos tenía ventanas. Por la mañana, la luz daba. de frente. Este nuevo es como un cubo,, la luz entra por unos agujeros. Muy raro".
Rodrigo Pemjean, uno de los arquitectos, reconoce que los vecinos querían "algo más, convencional, con ventanitas y cosas así". "Pero ésa no es la arquitectura tradicional de la sierra de, Madrid . Las verdaderas casas de esta parte de la región cuentan con pocas ventanas. Hemos respetado la tipología tradicional y la hemos adaptado a lo moderno". Con respecto a la estrechez del salón de actos, Rodrigo Pemjean afirma que "para los veintitantos vecinos del Madarcos es suficiente, otra. cosa es intentar meter allí 500 personas".
Un ex alto cargo del Gobierno socialista de Joaquín Leguina, que fue el primer presidente que levantó modernas casas consistoriales, recordó hace unos días la siguiente anécdota: "El alcalde de un pueblo [cercano a Madarcos] estaba muy enfadado por el aspecto del nuevo Ayuntamiento que Leguina le había construido. Le parecía demasiado moderno y que no se adecuaba a la tradicional arquitectura serrana. Y le dijo al presidente: 'Mire qué cosa más fea nos ha construido'. Leguina se quedó mirando el edificio. Tras unos minutos respondió: 'Sí, pero cuando llevas un rato, te acostumbras".
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