Frascuelo reaparece hoy en Las Ventas tras un año de ausencia

Este mes se cumple un año de la última actuación de Carlos Ruiz Escolar, Frascuelo, en la plaza de Las Ventas. El espada madrileño, que torea hoy su primera corrida de la temporada, reclama una mayor sensibilidad en los empresarios. "Desgraciadamente esto sólo es un negocio. El romanticismo de la fiesta pasó a mejor vida", señala Frascuelo, de 49 años.Alternará Frascuelo con Rafi de, la Viña y Ricardo Agüín, El Molinero, en la lidia de seis toros de Julio de la Puerta. El festejo empieza a las siete de la tarde.

El coso venteño es el feudo de Frascuelo. "Acudo con la máxima ilusión, porque lo que he perdido en juventud, lo gané en madurez. Deseo fervientemente que esta tarde me fluyan las ideas ante el toro, porque la preparación que llevo es total", dice el veterano torero, quien a pesar de la crudeza de la profesión jamás pensó en la retirada. "No me planteo cortarme la coleta y abandonar. Para mí el toreo es una necesidad vital. No concibo mi existencia de otro modo, aunque las cosas se hayan puesto en ocasiones muy difíciles".

Carlos Ruiz Escolar tomó la alternativa en Barcelona en 1974 y la confirmó un año más tarde. Desde ese momento, su trayectoria ha sido irregular. "Llegué a saborear la gloria, pero fui incapaz de retenerla. Está claro que en esta profesión sólo viven unos cuantos, los demás sólo subsistimos".

El matador, que se encuentra sin apoderado, exige una mayor apertura en los carteles y reclama más sensibilidad por parte de quienes los confeccionan. "El toreo puro, el auténtico, el de toda la vida, está en peligro de extinción. Los empresarios deberían optar por aquellos toreros que ofrezcan calidad, aunque impere la cantidad".

Cuajar un toro en Madrid

Frascuelo asegura sentirse marginado. "En esto, como en todo, lo fácil es apuntarse al carro de los triunfadores. Y aunque ya no tengo que demostrar nada a nadie, anhelo cuajar un toro en Madrid porque sé que el público me espera, me valora y me respeta. Mi único modo de expresar mi gratitud a quienes continúan apostando por mí es deleitándoles con mi toreo".A pesar de su veteranía, Frascuelo lidiará por primera vez ejemplares de Julio de la Puerta. "Confío en que embistan, porque tanto mis compañeros de terna como yo, nos jugamos mucho esta tarde. Además, he tenido que llamar insistentemente al despacho de los empresarios, los hermanos Lozano, para verme incluido en esta corrida. Un aldabonazo en este festejo me abriría el corazón de los aficionados y las ideas de algunos empresarios, reacios a dar cancha a toreros como yo".

"Sólo estoy aquí por afición", declara Frascuelo. "Confieso que me encantaría comprarme un cortijo, pero el dinero es lo de menos. Yo tengo la satisfacción íntima de ser y sentirme torero, dentro y fuera de la plaza".