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LA LUCHA CONTRA ETA

Mayor reclama firmeza a policía, jueces y políticos

Luis R. Aizpeolea

"Ya es algo", dijo ayer el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, cuando se enteró en los pasillos del Congreso de que la Mesa Nacional de HB había desconvocado su manifestación del sábado, la había aplazado al día 27 y había anunciado que acataría lo que dijeran los tribunales. El ministro hacía constar que, por vez primera, Herri Batasuna se había visto obligada a retroceder con la desconvocatoria de una concentración.El titular de Interior fijó las claves de la respuesta al terrorismo al responder ayer a quienes le preguntaron qué más se puede hacer en materia de lucha antiterrorista y qué debe cambiar para que ésta sea más eficaz. "Todavía se puede hacer más", contestó el ministro y ofreció un catálogo de posibles soluciones: una mejor coordinación entre las fuerzas de seguridad del Estado y la Ertzaintza; que en sus actuaciones los jueces apliquen la ley en su totalidad y no sólo una parte de ella, y que los políticos alcancen una mayor unidad de actuación en la Mesa de Ajuria Enea y en el Pacto de Madrid.

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Mayor Oreja, que ayer por la tarde se entrevistó con el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, aseguró que las medidas jurídicas para combatir mejor la violencia callejera -juicios rápidos, obstaculizar las contramanifestaciones, tipificar las amenazas del brazo político de ETA- aprobadas el lunes por el Pacto de Madrid, son "complementarias". Lo importante, "lo nuclear", según su propia expresión, es el cambio de actitud, en una dirección de firmeza, de todas las instituciones contra el terrorismo.

En el mismo sentido se pronunció ayer en el Congreso el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien apeló a "la responsabilidad de todos los demócratas, de los partidos, de todos los poderes públicos y de todas las fuerzas sociales para articular la respuesta social que se nos demanda".

La clave está, según invocaron ayer todas las formaciones políticas, en el restablecimiento de la unidad del Pacto de Ajuria Enea y de Madrid respecto a dos iniciativas básicas: aislamiento político de HB y negativa a dialogar con ETA. Pero, ¿hasta dónde debe llegar el aislamiento a la coalición independentista? Anasagasti estableció ayer el límite al señalar que "es peligroso aislar socialmente a los 180.000 votantes de Herri Batasuna".

El dirigente del PNV dejó claro ayer que las actitudes han cambiado estos días, e hizo notar, como ejemplos, la muestra de unidad que supuso que el lunes fuera el ministro del Interior el único portavoz de la Mesa de Madrid y los demás partidos asumieran sus palabras; el desalojo de HB de la alcaldía de Mondragón por un pacto entre los partidos democráticos y el aislamiento de la coalición en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco.

'El límite del aislamiento'

Pero el portavoz peneuvista cree que no se debe rebasar el listón del aislamiento social de los votantes de HB. "El problema de la violencia en Euskadi no se soluciona con el acoso de las gentes de HB sino con la aplicación serena de lo acordado en el Pacto de Ajuria Enea". A su juicio, hay que invalidar políticamente a HB, pero no condenar al gueto social a sus bases. "No se puede poner en duda nuestra lucha contra la violencia. Sabemos donde nos aprieta el zapato y sufrimos más que nadie el problema del terrorismo. El PNV lo tiene muy claro y no quiere saber nada políticamente de HB".El dirigente nacionalista ponía así un límite a la propuesta Juan Alberto Belloch, portavoz socialista de la Comisión de Interior, que hizo un llamamiento para que se diera un paso más y a la cuarentena impuesta a HB por los demás partidos, la sociedad se sumase dando la espalda a aquellos que apoyan a la coalición independentista.

Contra la propuesta de Belloch se alzó también la voz del alcalde de Ermúa, el socialista Carlos Totorica, que en Radio Nacional manifestó: "A las personas que dentro de HB están reconsiderando su posición y concluyan que el asesinato no es la forma ni el método para convivir en sociedad hay que tenderles una mano y ser con ellos mucho más generosos de lo que han sido ellos para con la sociedad".

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