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Los primera funeraria privada de la capital carece de tanatorio para velar a los fallecidos

Vicente G. Olaya

En la capital operan desde ayer dos empresas de pompas fúnebres: una municipal y otra privada. El Ayuntamiento ha dado licencia a la funeraria privada Nuestra Señora de los Remedios para trabajar en Madrid. Por eso, esta funeraria pudo abrir ayer su primera oficina, una exposición de féretros y un almacén. De lo único que carece es de tanatorio. Como el Ayuntamiento no le alquila ninguno de los que tiene, quien contrate con Nuestra Señora de los Remedios tendrá que velar a sus seres queridos en casa. Los mortuorios de los hospitales cierran de noche.

Nuestra Señora de los Remedios, una funeraria establecida desde hace años en Colmenar Viejo, hizo ayer su primer trabajo legal dentro del termino de Madrid. Hasta ahora, y en virtud de una normativa municipal que impedía la libre competencia dentro de la capital, esta funeraria tenía que limitarse a trabajar en otras localidades de la región. La Empresa Mixta de Servicios Funerarios, entidad de la que el Ayuntamiento de Madrid posee el 51% de sus acciones, era la única autorizada por el consistorio para trasladar muertos por las calles de la capital.Un decreto del Gobierno Aznar de junio de 1996 liberalizó el sector para modificar, entre otras, esta situación de monopolio. El Ayuntamiento de Madrid se negó durante algunos meses a permitir que las empresas privadas hiciesen la competencia a la funeraría municipal. Pero en marzo pasado, el pleno del Ayuntamiento aprobó una ordenanza que liberalizaba el servicio. Los requisitos para abrir funeraria eran sencillos: 10 coches fúnebres, dos furgones y los "ataúdes necesarios".

34 vehículos

Las autoridades municipales firmaron ayer la licencia de funcionamiento de la primera funeraria privada de Madrid. Nuestra Señora de los Remedios cuenta con 34 vehículos de aspecto impecable - Mercedes, Audi y Renault Laguna- y unos 50 empleados. La empresa carece de tanatorio para que los familiares de los fallecidos puedan velar los cuerpos.Valentín, el encargado de buscar clientes en el hospital Ramón y Cajal, reconoció ayer que la falta de tanatorio les resta clientela. "Como carecemos de tanatorio, la gente que desee nuestros servicios tiene que velar los cadáveres en sus casas o en los mortuorios de los hospitales. Lo que pasa es que los mortuorios de los centros sanitarios los cierran por la noche, con lo que muchos rechazan nuestros servicios. En España estamos acostumbrado a velar los cuerpos día y noche. Una solución posible es llevarse el cuerpo al domicilio, y de allí al cementerio".

El encargado reconoce que han intentado alquilar al Ayuntamiento alguna de sus salas mortuorias. "Pero siempre nos las niegan. Y eso que han sido construidas con el dinero de los ciudadanos, y nosotros estamos dispuestos a pagar por ellas". Los responsables de la funeraria afirman que, antes de un año, tendrán abierto su propio tanatorio en Fuencarral o en San Blas.

Los servicios más baratos de esta entidad privada cuestan un 30% menos que los municipales. Su precio es de 135.000 pesetas, e incluyen transporte, féretro y trámites burocráticos.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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