Los pueblos acusan a la SGAE de subir un 500% la tasa de los conciertos

Los derechos de autor por la reproducción pública de obras musicales se están convirtiendo en una pesadilla para un buen número de alcaldes de la región. La Sociedad General de Autores de España (SGAE), el organismo que estipula y gestiona estos cánones, ha decidido actualizarlos drásticamente en el caso de las actuaciones de entrada libre. A partir de este verano, los ayuntamientos habrán de abonar a la Sociedad un 10% sobre el presupuesto de gastos de cada concierto, cuando hasta ahora sólo satisfacían un máximo de 9.477 pesetas.

El incremento "alcanza en algunos casos el 500%", denuncian en la Federación Madrileña de Municipios (FMM), que ha hecho llegar a la SGAE su "más enérgica protesta" por esta circunstancia.El importe de los derechos de autor en el caso de los conciertos de pago se encuentra establecido, desde hace muchos años, en el 10% de lo recaudado en taquilla.

Para los recitales de acceso gratuito, por el contrario, permanecía aún vigente una tabla tarifaria, aprobada en la década de los sesenta, que establecía unas cantidades fijas en función del número de habitantes de la población: 3.789 pesetas para espectáculos de variedades en municipios de hasta 3.000 habitantes; 5.600 hasta 15.000 habitantes; 7.582 pesetas a partir de 15.000 vecinos, y 9.477 en el caso de las capitales de provincias.

El director de Radiodifusión y Comunicación Pública de la SGAE, Javier Trujillo, calificó estas tarifas de "reliquias históricas establecidas desde la noche de los tiempos", y defendió el nuevo criterio del 10% sobre el presupuesto de gastos "para equiparar a los ayuntamientos con los promotores privados y con lo que sucede en cualquier otro lugar de Europa". "Los autores viven de sus obras", enfatizó, "y no es lógico ni proporcionado que regalen prácticamente sus derechos".

Monopolio

Las administraciones locales, sin embargo, ven el problema desde una perspectiva muy diferente. En la última comisión ejecutiva de la FMM, los alcaldes aprobaron una ponencia en la que denunciaban la situación de monopolio" a la que les somete la SGAE, "que regula unilateralmente las condiciones de control y cobro de todas las actuaciones y espectáculos".Un portavoz de la Federación madrileña exclamaba: "No es lógico que porque suene una humilde charanga en un pueblecito los autores reclamen derechos".Las espadas están, pues, en lo alto. Los municipios amenazan con que se pueden ver "empujados hacia la paralización de las actividades culturales", lo que perjudicaría a los propios compositores (se calcula que en presupuestos de fiestas se barajan al año unos 35.000 millones de pesetas en toda España).

En la Sociedad General de Autores defienden "unas tarifas justas, no testimoniales", aunque se muestran dispuestos .a aplicarlas de forma gradual. "No queremos que piensen en nosotros en términos de voracidad recaudatoria", insistió Javier Trujillo.

Y apuntó: "Si los ayuntamientos quieren que implantemos los nuevos cánones progresivamente, en cuatro o cinco años, estamos dispuestos a estudiarlo"

Folclore y pasacalles

Las nuevas disposiciones de la SGAE afectan, asimismo, a "aquellas actividades celebradas en la vía pública, como dianas, pasacalles o actos folclóricos" en las que los intérpretes no cobran por su actuación.En estos casos también se contaba con tarifas obsoletas -2.186 pesetas en el caso de localidades de más de 15.000 habitantes o 3.275 pesetas para las capitales de provincia- que son sustituidas por un porcentaje respecto al coste de la actividad: el 5%.

En compensación por estas notables subidas, los responsables de la Sociedad General de Autores advierten que han establecido nuevos elementos de colaboración con los ayuntamientos, como becas de formación o el acceso a ediciones de la propia SGAE a precios reducidos.

"Además", apuntó Trujillo, "hemos establecido una oficina de información a los municipios para la contratación de espectáculos", un servicio valorado en unos seis millones de pesetas al año.