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El primer grupo papelero mundial anuncia un duro ajuste

El incremento de la competencia y la caída de precios que determinan la crisis del sector papelero obligan al gigante mundial International Paper a recortar algo más de un 10% su plantilla de 87.000 empleados y a sacar a la venta activos valorados en 1.000 millones de dólares (147.000 millones de pesetas). Como es habitual en los planes de reestructuración, Wall Street reaccionó positivamente a las decisiones de la empresa y la cotización de las acciones de International Paper ganaba ayer un 9,6%.[Una de sus filiales, la compañía suiza Ilford, será vendida antes de que finalice este año, informa Luis Vázquez desde Ginebra. El portavoz de la empresa rechazó pronunciarse sobre las consecuencias en el empleo de esta operación. El grupo suizo tiene 360 trabajadores].

International Paper, con sede en Purchase (Nueva York) y creada hace 99 años tras un proceso de fusión de 18 compañías, es la primera empresa mundial de papel, productos derivados y embalajes. Tiene 27 centros de producción en EE UU y actúa en otros 30 países, entre ellos España a través de Cartisa.

Las unidades que se verán afectadas por la reducción de plantilla de 9.000 puestos de trabajo serán las relacionadas con la pasta de papel, película fotográfica y papel de revelado, bolsas de papel industrial y explotación forestal. El sector papelero, que se benefició de una desorbitante escalada de precios a principios de los años 90, sufre el triple efecto del reajuste en las tarifas, la caída de la demanda y el aumento en la capacidad de producción internacional.

La reestructuración de International Paper se esperaba desde hace meses y la propia compañía había anunciado a principios de año, por boca de su presidente, John Dillon, planes para fijar objetivos de producción y de mercado que sirvieran para eliminar unidades no rentables.En el comunicado que explica las decisiones tomadas, Dillon reitera que "se desviarán o cerrarán operaciones que no cumplan con los objetivos financieros o estratégicos" y que "el plan de mejora subraya la urgencia que tenemos de satisfacer los compromisos con accionistas y clientes".

El balance de resultados del segundo trimestre, que ya refleja tanto los gastos que originará la reducción de plantilla como la venta de activos, arroja pérdidas de 419 millones de dólares (61.500 millones de pesetas). Si se descuentan las cargas del plan de reestructuración, hubiera habido beneficios de 59 millones de dólares (8.672 millones de pesetas).

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