Clinton asegura que la ampliación prepara el camino para nuevas incorporaciones

En su primera declaración al término de la cumbre, el presidente estadounidense, Bill Clinton, dejó la puerta abierta a futuras incorporaciones a la OTAN al afirmar que las tres nuevas, naciones "invitadas" a formar parte de la Alianza Atlántica (Hungría, Polonia y República Checa) "han preparado el terreno para que otros países puedan seguirles". Clinton ratificaba así, aunque sin dar nombres, la declaración final de la cumbre, que alude explícitamente a Rumania y Eslovenia, y que para el presidente de la primera potencia mundial significa "un paso de gigante".

"Hoy hemos iniciado un viaje hacia una nueva Europa, en el umbral del siglo XXI", dijo Clinton en una breve alocución pronunciada en la sede de la Embajada de EE UU. El presidente destacó el carácter histórico de la fecha de ayer -"un día muy importante, no sólo para Europa sino también para Estados Unidos"-, y subrayó las tres condiciones que, por primera vez, había conseguido reunir el Viejo Continente: "Una Europa no dividida, democrática y en paz".Clinton recordó los días de la guerra fría y la dominación soviética sufrida por los nuevos miembros de la OTAN. "Quisiera decir a los pueblos de Polonia, Hungría y de la República Checa: vuestro heroísmo ha hecho posible este día. Durante largos años de tinieblas, mantuvisteis viva la esperanza de libertad. Recuerdo todavía el levantamiento de Hungría de 1956, la Primavera de Praga de 1968, los astilleros de Gdansk en 1981 ... Estos tres países abrazaron la democracia y la tolerancia, y reformaron sus economías. Han demostrado que están preparados para compartir la entera responsabilidad de ser miembros de la OTAN". A partir de ahora, dijo el presidente norteamericano, la Alianza Atlántica será más fuerte, podrá hacer frente a nuevos retos, y podrá tener nuevos socios. Clinton aludió en este punto al Acta Fundacional firmada recientemente entre la OTAN y Rusia y al acuerdo que firmará hoy la Alianza con Ucrania.

Con anterioridad, la secretaría norteamericana de Estado, Madeleine Albright, se refirió "a este histórico día" y recordó "la pretensión del presidente Clinton de culminar en Europa del Este lo que se logró en Europa occidental durante el Plan Marshall".

La jefa de la diplomacia estadounidense tuvo un recuerdo emocionado al referirse a la República Checa como nuevo miembro de la OTAN. "Me conmueve el corazón y me hace sentir que he sido parte de la historia", dijo, al evocar su país natal -ella nació en Praga-, del que huyó tras el golpe comunista de 1948 cuando tenía 11 años. La familia Albright ya había escapado antes de Checoslovaquia, de los nazis.

El secretario de Defensa, William Cohen, puso el acento en que la cumbre de Madrid "es sólo el comienzo", y expresó su total apoyo a la ampliación de la OTAN, porque "más naciones y más democracias significan menos guerra". El de ayer fue también, en alguna medida, un acto de despedida del embajador de Estados Unidos en España, Richard Gardner, que finaliza su misión. El diplomático elogió el papel de España en la escena mundial -citó a Javier Solana como secretario general de la OTAN y a Carlos Westendorp como Alto Representante en Bosnia-, y puso el ejemplo de la transición española de la dictadura a la democracia.

Al acto en la Embajada asistió una delegación bipartidista del Congreso estadounidense encabezada por el senador republicano William Roth, del Comité de Relaciones Exteriores. Un signo de que la ampliación tendrá la luz verde de los congresistas norteamericanos. Al término de la intervención de Clinton, por los altavoces pudo escucharse el tema de Louis Arrnstrong What a wonderful world (Qué mundo más maravilloso) mientras el presidente saludaba a todo el personal de la delegación diplomática.