Londres amenaza con vetar la incorporación de España a la futura estructura Militar
La "calurosa acogida" realizada por la cumbre de Madrid a la disposición de España de participar plenamente en la futura estructura militar de la OTAN consoló sólo parcialmente a la diplomacia española, que horas antes había recibido un jarro de agua fría inglesa. El ministro de Exteriores, Abel Matutes, intentó restar toda trascendencia a las palabras de su homólogo británico, Robin Cook, que advirtió que el Reino Unido está dispuesto a vetar la integración española en la estructura militar si España no permite a los aviones de combate británicos operar libremente desde el aeropuerto de Gibraltar.
La declaración del nuevo jefe de la diplomacia británica, un laborista con origen en el ala izquierda de su partido, justo el mismo día en que se inauguraba la cumbre de Madrid, supuso una sorpresa desagradable para el Gobierno español, que se había prodigado en sus declaraciones de fe atlantista, dispuesto a convertir la cumbre de Madrid en una "cita histórica", en un nuevo ingreso en la OTAN.España había anunciado oficiosamente estar dispuesta a levantar las restricciones que existen actualmente sobre la base naval de Gibraltar, pero no había dicho nada sobre el aeropuerto, un asunto especialmente delicado ya que está construido sobre el istmo cuya soberanía corresponde a España. El uso del aeropuerto, tanto con fines militares como civiles, ha sido objeto de controversia entre Madrid y Londres, y forma parte de la larga y compleja negociación sobre Gibraltar.
La advertencia británica, hecha pública en declaraciones a la prensa británica el mismo día en que comenzaba la cumbre de Madrid, empañó en gran medida la declaración final de la Alianza, que tampoco recogió la pretensión española de que se le reconozca por escrito su derecho a un mando subregional en la futura estructura militar. España, en consecuencia, rebajó la declaración sobre sus futuras intenciones de decisión a disposición a entrar en la futura estructura militar de la Alianza, y el párrafo, elogiosamente comentado por la diplomacia española, quedó finalmente así:
"En este contexto, los miembros de la estructura militar integrada de la Alianza [todos los asistentes menos Francia] dan su calurosa acogida al anuncio hecho hoy por España sobre su disposición a participar plenamente en la nueva estructura de mandos de la Alianza cuando haya sido acordada. La plena participación de España reforzará su contribución global a la seguridad de la Alianza, contribuirá al desarrollo de la identidad europea de seguridad y defensa dentro de la Alianza y fortalecerá el vínculo transatlántico".
Madrid resta importancia
El ministro español aseguró, en la conferencia de prensa final, que el asunto de Gibraltar suscitado por los británicos "ni era nuevo, ni estaba en el orden del día". España, añadió, tiene en el caso de Gibraltar "unos principios muy claros que afectan a la soberanía sobre los territorios de Gibraltar y sobre los territorios del aeropuerto, que no va a poner en peligro". "En todo caso, repito, creo que tenemos margen de maniobra para alcanzar un acuerdo con los británicos".Sin embargo, Matutes recordó, en una precisión aparentemente banal a la pregunta de una periodista, que España no ha anunciado su "decisión" de ingresar en la estructura militar. "No hay ningún otro compromiso salvo la disponibilidad, si esa estructura nos satisface. Ese es un tema en el que España no tiene ninguna prisa", añadió.
El ministro español quiso quitar todo dramatismo a la posición británica que, recordó, no ha planteado el asunto en la cumbre. El ministro aprovechó para abordar el otro punto que ofrece dificultades -el mando estratégico sobre las aguas que unen la península y el archipiélago canario- donde parece que se han registrado avances. Reconoció que esa zona pertenece al mando atlántico, mientras que las islas canarias y resto del territorio español dependen del mando europeo. "La única forma razonable de abordar qué ocurre con esas aguas es sobre la base de que es una zona de interés compartido de los dos mandos, del atlántico y el europeo y estudiar formulas de coordinación de los dos mandos sobre esta zona".
Los problemas técnicos
Sin embargo, el ministro español reconoció que además de esos problemas "técnicos" todavía no se había abordado con el Reino Unido el destino de la actual base aeronaval de Gibraltar, actualmente sede de un mando de cuarto nivel, algo que habrá que hacer antes de diciembre. Matutes admitió también que no es casualidad que el ministro británico haya suscitado el tema el mismo día que comenzaba la cumbre, aunque lo atribuyó a cuestiones de política interna británica. "Hay que tener en cuenta que estamos en una circunstancia especialmente sensible en el Reino Unido porque acaba de entregar Hong Kong".La postura española en defensa del consenso en el seno de la Alianza y el reforzamiento del "esencial vínculo transatlántico", es decir las relaciones esenciales con Estados Unidos, fueron dos ideas defendidas por el presidente José María Aznar en sus palabras de bienvenida a los jefes de Estado y de Gobierno.
La actitud discretamente pro norteamericana de España en el debate sobre la ampliación de la Alianza, bastante alejada de la posición francesa, que ha dado la réplica a EE UU en la defensa de la identidad europea de la Alianza, ha sido correspondida por el presidente estadounidense, Bill Clinton, que, en su intervención, tuvo palabras de elogio para la organización, para el papel de España y para el propio Aznar.
La carta pronorteamericana tenía como objetivo conseguir un impulso a las pretensiones españolas en la estructura militar, lo que parece demostrar que los problemas pendientes están lejos de ser cuestiones "técnicas" como sostiene el Gobierno.
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