"Combatiré a fondo la corrupción y la delincuencia"

En su campaña para llegar al gobierno de la Ciudad de México, Cuauhtémoc Cárdenas estrenó sonrisa y moderó su lenguaje para no alimentar el voto del miedo. El rotundo triunfo del domingo coincide con el décimo aniversario de su abandono del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y le resarce de los sinsabores de estos años, en los que, al frente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), trató dos veces de llegar a la presidencia. Ahora, este ingeniero de 63 años no oculta que la regencia es un buen trampolín para regresar, en el año 2000, a la residencia de Los Pinos, donde dio sus primeros pasos de la mano de su padre, el presidente Lázaro Cárdenas.Pregunta. Los analistas dicen que usted capitalizó el voto de castigo al sistema.

Respuesta. Yo, el triunfo lo atribuyo a la propuesta del partido y al desempeño en la campaña electoral. La gente ha visto un cambio al alcance de la mano, un cambio del que todos pueden salir beneficiados.

P. ¿Cómo va a conformar su gabinete? Se rumorea que piensa incluir a miembros del PRI.

R. Va a ser un gabinete muy plural, dentro de la gente comprometida en el campo democrático. Gente que proceda de diferentes sectores. Para incluir a miembros de otras formaciones tendrá que haber un acuerdo partidario. Si eso asegura apoyo parlamentario, pues habrá que estudiarlo.

P. La seguridad ciudadana es el punto principal de su programa. Pero una de las grandes limitaciones del regente es que es el presidente quien nombra al jefe de la policía capitalina.

R. El presidente designa al jefe de la policía, pero el jefe del gobierno del DF tiene injerencia en los asuntos de seguridad, y es de hecho el jefe formal. Voy a ejercer las facultades en el área de seguridad, independientemente de quién sea el jefe de policía. El presidente tendrá el tino suficiente para encontrar una persona que pueda entenderse con nosotros.

P. De momento, el Ejército está al mando.

R. Considero un gran error que se haya puesto el mando de la policía de la capital bajo el secretario de la Defensa. Es una decisión política de Zedillo que viola la Constitución. No estoy en contra de un militar en la policía, pero no debe depender de Defensa.

P. ¿Qué diferencias veremos dentro de año y medio en la capital mexicana?

R. Un combate a fondo contra la corrupción y la delincuencia organizada, la moralización de los cuerpos policiales, todo lo que no se está haciendo ahora. Cambiaremos los mandos donde se detecte la más mínima ineficiencia. Creo que podemos aumentar mucho la recaudación fiscal: una tercera parte de los predios no pagan impuestos porque hay irregularidades en el catastro. Quizá el 40% del presupuesto del Distrito Federal viene de los impuestos locales.

P. En una entrevista en 1994 usted dijo que esperaba que el presidente Zedillo fuera "un Carlos Salinas refinado". ¿Ha cambiado ahora su percepción?

R. Yo veo a Zedillo como el representante del régimen que él encabeza. Ha habido cambios en la actitud del Gobierno, principalmente por el avance de las fuerzas democráticas. Ha habido sin duda un cambio en el manejo de las elecciones locales, y eso hay que atribuirlo al presidente y al secretario de Gobernación.

P. ¿Y cuáles son las diferencias con Salinas?

R. El cambio de actitud que he mencionado. Todavía hay mucha timidez para avanzar en la reforma política y no ha habido ningún cambio en la política económica, que ha resultado en una gran desocupación, un gran deterioro del poder adquisitivo y en el crecimiento de la pobreza.

P. ¿Su visión de la economía ha cambiado desde 1994? Entonces el PRD era mucho más duro contra el neoliberalismo.

R. Estamos en contra del neoliberalismo a la mexicana, que es corrupción, y que se haya vendido con una mano y comprado con la otra. Yo no sé si es neoliberalismo o no, pero considero que se tiene que dar prioridad al empleo, al aumento del ingreso, a mejorar los servicios y a dar oportunidades sociales.

P. ¿Se ve como un Tony Blair o un Lionel Jospin?

R. Me veo como Cuauhtémoc Cárdenas. No conozco a fondo sus propuestas ni hasta dónde van los cambios.

P. ¿Irá a por la presidencia del país en el año 2000?

R. En estas circunstancias, el regente es, se quiera o no, un candidato presidencial potencial, aunque ganar esta elección no da el pase automático a la presidencia. Habrá que trabajar bien.