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Los Reyes, Clinton Y Aznar comparten seis horas a bordo del 'Fortuna'

En la costa de Mallorca, con el Mediterráneo por escenario, sin protocolos ni rigideces, los reyes de España; el presidente norteamericano, Bill Clinton, acompañado por su esposa, Hillary, y el presiden del Gobierno español, José María Aznar, con Ana Botella, mantuvieron ayer durante seis horas un encuentro familiar y privado, al que se atribuye también un clara resonancia institucional y diplomática, a sólo dos días del consejo de la OTAN que el martes comienza en Madrid.

La reunión privada comenzó con un desayuno de los Reyes con los Clinton en Marivent, al que se incorporó más tarde el jefe del Ejecutivo español. Clinton llegó el sábado a Mallorca invitado por el Rey y esta tarde viajará a Madrid. Aznar se desplazó ayer a la isla y regresó a La Moncloa al anochecer.A bordo del yate real Fortuna, con atuendos de verano, camisas y vestidos coloristas, las tres familias navegaron por el litoral del oeste de la isla de Mallorca y prolongaron tres horas más de lo previsto su excursión náutica; desde el mediodía hasta la caída del atardecer por Calviá, Andratx y Sa Dragonera. Tras zarpar de Palma con rumbo a Cabrera, el yate viró hacia el viento, proa a la isla de Sa Dragonera, en Andratx. Puede que para evitar mareos a los inexpertos. Almorzaron, a bordo del Fortuna, tres variedades de arroces, secos y caldosos, y una fritura vegetal -twnbet-Chelsea Clinton y una amiga se bañaron en una cala

Junípero Serra

La larga travesía motivó la suspensión de una prevista visita conjunta del Rey, Clínton y Aznar al pueblo de Petra, donde nació Junípero Serra, un filósofo y escritor franciscano que colonizó con el Ejército de la Corona Española el norte de México y fundó una decena de misiones, en California, que se han convertido en grandes metrópolis (San Diego, San Antonio, San Francisco y Santa Clara, entre otras).El Rey había sugerido a los Clinton esta visita emblemática a Petra en un encuentro mantenido meses atrás en Nueva York. Todo estuvo dispuesto en la villa durante el domingo. Decenas de policías españoles y americanos, alertaron a los vecinos. Sin embargo, los 2.600 habitantes de la pequeña población agrícola mallorquina esperaron en vano la caravana de limusinas. El presidente balear Jaume Matas, aguardó tres hora y media y se marchó con la decepción en la cara.

La explicación oficiosa es que la jornada marinera fue muy relajante y fructífera en el ámbito de las relaciones personales entre lo estadistas y el presidente español Bill Clinton quería, además, atender diversas cuestiones pendiente en su despacho provisional en La Almudaina antes de salir a cenar con Don Juan Carlos y Doña Sofía y visitar la celda del músico Chopin y la escritora George Sand en la Cartuja de Valldemossa. Allí, antes de la cena, vieron el ocaso desde las montañas y pasearon por el pueblo, donde fueron aplaudidos y vitoreados por la población.

Pese a la suspensión del viaje a Petra -en una gira privada no hay programa oficial, recuerdan las fuentes oficiales- Clinton se ha adaptado al clima y al horario europeo desarrollando una maratón de actividades de una estudiada significación. Arribó el sábado a. Mallorca, con un desfase horario de seis horas, después siete de vuelo transoceánico, e inmediatamente se adentró entre los arcos góticos del castillo de Bellver. Luego, durante dos horas, recorrió con los Reyes de España el Palacio de la Almudaina -su residencia en Palma- que fue un alcázar islámico de la Madina Mayurqa, y sede de los Reyes de Mallorca.

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En una concurrida terraza del paseo marítimo de Palma, los Clinton, su hija Chelsea y una amiga, tomaron un refresco hasta casi la medianoche. El dueño del local le ofreció un saxo pero el mandatario no probó su juego de notas., Una ensaimada caliente arribó a la Almudaina al despertar del domingo, sereno y luminoso.

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