Retorno a Marte

HACE AHORA 21 años que las sondas Viking descendieron sobre Marte. Eran los tiempos de la carrera espacial entre las dos superpotencias. Hoy los recursos económicos disponibles son más escasos que antaño y los dispositivos espaciales han de ser más ligeros, baratos e imaginativos. En ese contexto se sitúa la llegada a Marte de la sonda Pathfinder, culminada con brillantez, de cuya complejidad da idea el que las maniobras de descenso y envío de señales tengan lugar a una distancia de más de 190 millones de kilómetros de la Tierra. La idea de que puede haber existido alguna forma de vida primitiva en el pasado marciano, como algunos científicos sugirieron tras el estudio de, un meteorito procedente de Marte, ha exacerbado un interés siempre alto por ese planeta. Precisamente la Pathfinder ha aterrizado con una precisión milimétrica sobre el punto previsto en la región de Ares Vallis, por donde se piensa que discurrieron en el pasado enormes comentes de agua, elemento considerado clave en el proceso de emergencia de la actividad biológica. El pequeño vehículo' que se paseará por las cercanías del lugar de aterriza e no fue diseñado para investigar la j presencia de posibles indicios de vida ya extinta, pero sus informaciones serán de enorme valor y servirán para preparar mejor las próximas expediciones. Queda Por el momento muy lejos la idea de enviar seres humanos al planeta rojo, pero del éxito de estos proyectos dependerá que se retome en su momento.