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LA LUCHA ANTITERRORISTA

Ortega invita a desayunar a sus policías de escolta

José Antonio Ortega Lara vivió ayer su tercer día de libertad después de pasar 532 en manos de ETA. Por la mañana, bajó hasta el portal de su casa para invitar a los dos policías que le escoltan a desayunar unas tostadas y zumo de naranja. Ortega les transmitió su agradecimiento por el trabajo que estánrealizando ellos y los medios de comunicación. Cosme Delclaux, mientras, inició ayer unas vacaciones de una semana con sus padres y su novia.

Como desde hace 72 horas, las visitas continuaron llegando ayer al domicilio de Ortega Lara, en el barrio de Gamonal. Una de las más emocionantes fue la de algunos de sus compañeros de la prisión de Logroño, que se acercaron a verle a última hora de la mañana. Ante ellos, José Antonio reconoció que hubo momentos en los que creía que sobraba, que no podía servir a nadie, en los que quería morir", unas crisis que superó pensando en su familia y en los compañeros de trabajo, a los que envió un mensaje que quienes le visitaron no quisieron detallar. Sí comentaron que les había sorprendido la "exagerada sensibilidad" que ha desarrollado -"disfruta incluso con una hoja"- y su vitalidad -"tiene ganas de vivirlo todo"- Agustín García, de la Plataforma de Apoyo y Solidaridad con los Secuestrados, también destacó su "espíritu optimista": "Está muy contento y no para de hablar". Una observación en la que coincidieron todos fue el destacar su obsesión por la humedad. García añadió que Ortega Lara creía que podría escapar por una ventana que había en el zulo. "La existencia de esa posibilidad pudo ser importante para que mantuviera el ánimo".Ayer fue también un día de visitas oficiales, como la del presidente de la Comunidad de Castilla y León, Juan José Lucas, quien fue a Burgos para felicitar a la familia. Lo hizo en un encuentro de cerca de una hora que mantuvo con Isaac Díez, portavoz de la familia, que agradeció "la gentileza" de Lucas al declinar encontrarse personalmente con José Antonio.

Otra visita ya habitual es la de los médicos, que realizan un seguimiento diario de la salud de José Antonio. Ayer, el primer reconocimiento se hizo antes de las nueve de la mañana. Se repitieron a la una y media y por la tarde. Javier Calle, uno de los dos médicos que le visitan, afirmó que en un solo día Ortega Lara había dado un "cambio espectacular", aunque advirtió: "Hoy está bien, mañana no sabemos".

En cualquier caso' según informó ayer Isaac Diez, los médicos que atienden a Ortega Lara han señalado que no estará en condiciones de declarar ante el juez Javier Gómez de Liaño hasta, al menos, el próximo martes.

Mientras no se produzca un bajón psicológico que nadie desea pero muchos temen, la familia sigue disfrutando del reencuentro. En la casa, José Antonio camina y hace sus. ejercicios de gimnasia. Ha empezado a asimilar los alimentos: aún no tolera la carne (ayer el menú se componía de ensalada, arroz y pescado). Domi, su mujer, habló con los periodistas que desde el martes se agolpan a las puertas de su casa. Contó cómo José Antonio se emocionó al ver por televisión las imágenes de la concentración que se celebró el miércoles para celebrar su puesta en libertad.

Mientras, Cosme Delclaux, sus padres y su novia salieron de viaje al extranjero a primera hora de ayer. Los cuatro pasarán una semana de descanso y, posteriormente, Cosme y su novia seguirán las vacaciones por su cuenta. El portavoz, Carmelo Renobales, aseguró que la familia está "muy contenta" por haber recuperado a Cosme quien, además, "está feliz por la liberación de Ortega Lara".

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