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El gigante de la defensa Lockheed absorberá Northrop en una operación de 1,7 billones

El número uno quiere serlo más y la concentración en los sectores de la defensa y el espacio alcanza la velocidad match 1. La compra de Northrop Grumman por el equivalente a 1,7 billones de pesetas, confirmada ayer -dos días después de la luz verde de EE UU a la fusión de Boeing y McDonell Douglas- da una ventaja decisiva a Lockheed Martin, que ya era líder de la industria defensiva internacional. Tras las recientes compras y fusiones, quedan tres grandes polos en la industria de la defensa. Los tres son estadounidenses: Lockheed Martin, Boeing y Raytheon.

Lockheed Martin, con sede en Bethesda (Maryland), es el primer suministrador del Pentágono y fabrica, entre otros productos, el avión F-16 y el misil Trident. Northrop Grumman, con sede en Los Angeles, desarrolla el superbombardero fantasma B-2 y el sistema de misiles MX.Las dos habían unido ya sus fuerzas para fabricar el F-22 y, sobre todo, para competir con Boeing en el gran contrato militar del siglo XXI, el desarrollo del nuevo avión de combate JSF (Joint Striker Fighter).

Para Norman Augustine, presidente de Lockheed, que seguirá en el cargo, "Lockheed y Northrop han sido líderes en la consolidación de la industria aeroespacial, y lo que hacemos ahora es dar el lógico paso adelante en la combinación de las dos empresas de cara al futuro".

Después de la operación, cuyo volumen alcanza los 11.600 millones de dólares (1,7 billones de pesetas) en intercambio de acciones, la suma de las fuerzas de Lockheed y Northrop, que ocupa el sexto puesto en la industria defensiva, dará lugar a un grupo con ingresos estimados para 1997 de 37.000 millones de dólares (5,43 billones de pesetas) y con una plantilla de casi 230.000 empleados.

Solamente Boeing, si se tiene en cuenta la aviación comercial, estará por delante en ingresos (48.000 millones de dólares, 7,05 billones de pesetas) cuando se consume su fusión con McDonnell. La unión anunciada ayer se construye sobre empresas, a su vez, recientemente fusionadas: Lockheed y Martin Marietta, en 1995, y Northrop y Grummman, en 1994.

El tercero en discordia es Raytheon, que acaba de recibir el permiso del Departamento de Justicia para comprar la división de defensa electrónica de Texas Instruments, con el objetivo de mejorar la producción de sistemas de comunicación de cazas de combate, radares, misiles tácticos y defensa antiaérea.

Para los intereses europeos frente a la poderosa Boeing, el refuerzo de Lockheed es interesante. Este grupo norteamericano negocia con el consorcio Airbus la posibilidad de colaborar en proyectos civiles y militares. Lockheed, según este acuerdo, podrá suministrar repuestos a Airbus, que a su vez tendrá la posibilidad de acudir a concursos del Pentágono con encargos en los que Lockheed actuaría como vehículo. Además, Lockheed trabaja con British Aerospace -socio de Airbus y cuarta empresa del mundo en defensa- en el desarrollo del futuro avión de combate.Según el acuerdo de fusión anunciado ayer, los accionistas de Northrop recibirán 1,1923 títulos de Lockheed Martin por cada acción que posean. Además, Lockheed asume la deuda de 3.300 millones de dólares (441.000 millones de pesetas) de Northrop. La noticia de la fusión hizo subir un 26% la cotización de las acciones de Northrop en Wall Street, mientras que las de Lockheed cayeron un 2%.

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