La relación con sus captores se fue deteriorando con el tiempo
La relación de José Antonio Ortega Lara con los etarras que le tenían cautivo en el zulo de la nave de Mondragón fue "más fluida en los primeros días", según reveló ayer el portavoz de la familia, Isaac Diez. Después se fue deteriorando y "se hizo más difícil. En esos primeros días del largo cautiverio, el funcionario de prisiones mantenía alguna conversación con uno de los secuestradores, que respondía al nombre de Jon. Después sólo le echaban la comida. La extrema delgadez en la que le dejaron fue un duro golpe para su esposa. Ayer, Domitila reconoció que le "dolió muchísimo ver a José Antonio cómo estaba".La recuperación será larga. "De trabajar, por ahora, nada", adelantó su esposa. El portavoz de la familia añadió que "el sentido de la familia y su religiosidad" sostuvieron a Ortega Lara durante su prolongado y duro cautiverio. Cuando se haya recuperado podrá elegir nuevo destino Ministerio del Interior.
Javier Calle, el médico que le reconoció la fortaleza psíquica de Ortega Lara,pero recomendo tranquilidad y reposo. "Es preferible que no salga de su casa durante unos días, con la finalidad de que se reponga en el domicilio".
Ayer tarde, dos médicos forenses, enviados por el juez del caso, también visitaron a Ortega Lara, y uno de ellos, José María Urbel, comentó que no está en condiciones de declarar sobre el caso en estos momentos. "Se cansa más de lo normal, está débil y no es que le cueste hablar, pero se fatiga". El forense añadió que se hará un seguimiento de su estado de salud.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.