La contraposición entre Blair y Jospin
Ahora resulta que, al decir del muy thatcheriano Mario Vargas Llosa (EL PAÍS del pasado 15 de junio), la elección de Blair fue una "decisión sensata de los electores del Reino Unido, destinada a garantizar las reformas liberales que han hecho de la economía británica la más pujante de Europa occidental".El veterano semanario The Observer (4 de mayo de 1997) ofrece una explicación menos rebuscada: la abrumadora victoria de Blair obedeció más bien a que un gran sector del electorado acabó por aborrecer a los tories, así como "la desigualdad, la inseguridad y la injusticia de la sociedad que éstos habían construido". De hecho, muchas promesas laboristas en cuanto a educación, empleo, política social, fiscalidad o inserción en la Unión Europea aspiran a cambiar aspectos esenciales de la filosofía política de la señora Thatcher y sus epígonos.
Vargas contrapone, en términos caricaturescos, a Blair con el socialista Jospin, vencedor de las elecciones en Francia, al que dedica gruesos epítetos (cavernario, paleolítico ... ), corresponsabilizándolo de la "decadencia" de un país "tan... atrasado como Francia ahora" y en lo por venir.
La decadencia o el atraso franceses son conceptos poco inteligibles, Sin pasar de un dato económico básico, Francia ocupa, entre los países más ricos del mundo en términos del PIB per cápita, una posición mucho mejor que la del Reino Unido: puestos 7 y 16, respectivamente (World Development Report 1994), pese a tantos lustros de pretendido "milagro económico " británico.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.