Satisfacción de las familias por el fallo

La sentencia del Tribunal Superior del País Vasco dejó ayer un sabor dulce entre los familiares de los dos agentes fallecidos y los responsables de Interior de las Administraciones central y vasca. La satisfacción por la anulación de la absolución era también la reacción unánime de los partidos democráticos."Nos parece lo justo, esto no podía quedar así", indicó ayer la madre de Iñaki Mendiluze, uno de los agentes que murieron a manos de Otegi. Su marido, Francisco Mendiluze, además de manifestar su alegría, pidió que el nuevo juicio se celebre fuera del País Vasco. "Si volvemos al mismo escenario", dijo en referencia a la Audiencia dé San Sebastián, "el clima de presión sociopolítica volverá a afectar al jurado, como ocurrió en la anterior ocasión y volveremos a correr el riesgo de que una atrocidad como ésta quede impune". La sentencia, sin embargo, devuelve la causa "al órgano jurisdiccional de origen".

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, manifestó su máximo respeto a la decisión del alto tribunal, mientras que su homólogo en el cargo en Euskadi, Juan María Atutxa, hizo ver su alegría "sin euforia" por un fallo que deja claro que "había que reparar una injusticia". Atutxa subrayó que es "una buena noticia para la sociedad".

El consejero de Justicia, Ramón Jáuregui, mostró su total acuerdo con una sentencia que "restablece un sentimiento popular de que la justicia había quedado seriamente quebrantada". Pese a su conformidad con el fallo, Joseba Egibar (PNV) dijo que la institución del jurado ha quedado "doblemente resentida: primero cuando se produjo el veredicto absolutorio" y ahora con la anulación, por lo que debe reflexionarse sobre ella.

Desde el PP, su presidente en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, señaló que el fallo sintoniza "con lo que la sociedad vasca ha dicho durante tanto tiempo: que este juicio se tenía que repetir". También se mostraron de acuerdo con el auto Eusko Alkartasuna, IU y Unidad Alavesa.

Por el contrario, un portavoz de HB afirmó que el alto tribunal ha estado "condicionado por la presión política". Si la primera sentencia hubiera encarcelado a Otegi no se hubiera puesto en duda la validez del juicio, argumentó.