España levantará en la OTAN las restricciones militares al Peñón que no afecten a la soberanía

España levantará parte de las restricciones militares a Gibraltar cuando se integre en la estructura de mandos de la OTAN, confirmaron ayer fuentes gubernamentales. El Reino Unido había exigido el levantamiento de estas restricciones, que afectan al puerto y al aeropuerto de la colonia, como contrapartida por la supresión del mando aliado del Peñón. La decisión española, no obstante, sólo afectará a aquellas restricciones que no estén relacionadas con el contencioso sobre la soberanía de la Roca. La previsión es que se levanten todas las navales y se revisen las aéreas.

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, que compareció ayer en el Congreso junto al de Exteriores, Abel Matutes, para informar sobre la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid los días 8 y 9 de julio, admitió que "se está en conversaciones" con el Reino Unido sobre las restricciones militares impuestas a Gibraltar."El Gobierno hará lo necesario para limitar las restricciones [a Gibraltar], sin que afecte al contencioso" hispano-británico, dijo Serra, en respuesta al diputado socialista Rafael Estrella.

España mantiene restricciones de carácter naval y aéreo al uso militar de la Roca. En concreto, se impide realizar escala en puertos españoles a los buques con origen o destino en el Peñón. Lo mismo sucede con los aviones que utilizan el aeropuerto gibraltareño, a los que se niega, salvo emergencia, permiso para aterrizar en territorio español e incluso para sobrevolar su espacio aéreo. Además, España no participa en maniobras en las que tomen parte buques o aeronaves procedentes de Gibraltar.

Fuentes diplomáticas señalaron ayer que se está realizando un estudio exhaustivo de estas restricciones y de las implicaciones que tendría la supresión de cada una de ellas para la reivindicación española de la colonia.

El Reino Unido ha exigido el levantamiento de todas ellas como contrapartida por la eliminación del submando aliado de Gibraltar (Gibmed). España rechaza este planteamiento alegando que la desparición de Gibmed no es consecuencia de una cesión británica, sino de la eliminación de todos los mandos de cuarto nivel de la OTAN, entre los que está el de Gibraltar, dentro de la nueva estructura militar. Reconoce, no obstante, que algunas de estas restricciones pueden haber dejado de tener sentido entre dos países que no sólo son socios, sino que van a formar parte de una única cadena de mando.

El aeropuerto, caso especial

De todas formas, para España, las restricciones de uso del aeródromo son cualitativamente distintas de las que afectan al puerto, ya que el primero fue construido en el istmo que une el Peñón con La Línea (Cádiz). Este territorio no fue cedido en el Tratado de Utrecht (1713), por lo que España considera que lo ocuparon ilegalmente los británicos. Cualquier gesto que afectase al mismo podría ser interpretado, según las mismas fuentes, como un reconocimiento implícito de su legitimidad.Por eso, las fuentes consultadas dan por descontado que se suprimirán las restricciones navales, al menos por lo que se refiere a los buques de la OTAN, y se mantendrán en cambio las relacionadas con el aeropuerto. Podría, no obstante, revisarse la negativa española a participar en maniobras con aviones y helicópteros procedentes del Peñón.

La negativa a autorizar el tránsito por el espacio aéreo español obliga a los aviones con origen o destino en Gibraltar a rodear la Península. Pese a ello, España hace la vista gorda con los vuelos civiles, que con frecuencia invaden el espacio aéreo español con motivo de su aterrizaje o despegue, para no forzarles a maniobras que pongan en peligro su seguridad.

El acuerdo entre España y el Reino Unido en la OTAN no sólo es importante con vistas a Gibraltar, sino también en relación con el último obstáculo que dificulta la integración militar española: el control de las aguas entre la Península y Canarias.

Esta disputa obliga a revisar la frontera entre el nuevo submando español y el de Oeiras (Portugal), así como entre los dos mandos estratégicos: el de Europa (Ace) y el del Atlántico (Aclant). Londres juega un papel muy importante en Oeiras, cuyo Estado Mayor manda un militar británico, por lo que puede facilitar o poner trabas a las aspiraciones españolas.

Tanto Serra como Matutes reconocieron que la nueva estructura militar, en la que España aspira a integrarse, "no estará madura" para la cumbre de la OTAN, por lo que no podrá aprobarse en Madrid. No obstante, Serra sugirió que "podría hacerse un alto en el camino" de la negociación si se dieran "firmes garantías" de que van a cumplirse las condiciones que puso el Congreso a la integración. A falta del acuerdo definitivo, agregó, todas ellas (nueva estructura, peso proporcional de España, identidad europea de defensa, acuerdo con Rusia y ampliación al Este) tienen ya un "grado notable de cumplimiento".