Hue pide perdón por los errores estalinistas del comunismo francés
"Más vale tarde que nunca", parece decirse Robert Hue, secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), al confesar en público que ciertos militantes "fueron objeto de procesos en el curso de los cuales se exigió una sumisión silenciosa" que no se puede seguir admitiendo. Para Hue, que hablaba en presencia de Maurice Kriegel-Valrimont, marginado del PCF en 1961 por "actividad fraccional", en la historia, del PCF se produce "un inmenso estropicio" cuando se expulsa o margina a los reales o supuestos disidentes. "El PCF asume la totalidad de su historia. Así que asume el peso de los errores cometidos, y les dice a aquellos cuya vida quedó trastornada que condenamos sin remisión esos comportamientos que les hicieron tanto daño".La operación se inscribe entre los denodados esfuerzos de Hue por renovarse, por romper con el pasado estalinista sin tirar por la borda el pequeño capital de voto obrero que aún conserva el PCF.
La actitud del partido en el momento del pacto germano-soviético, su comportamiento durante los procesos de Praga, el hecho de haber aprobado las invasiones de Checoslovaquia y Afganistán por el Ejército soviético o de haber roto, en 1977, sus acuerdos con los socialistas porque Moscú prefería a Valéry Giscard d'Estaing sobre Francois Mitterrand, son algunos de los hitos negros de un PCF que durante años fue votado por más de un 20% de franceses.
