Yilmaz confía en los tránsfugas de Çiller para poder gobernar en Ankara

Mesut Yilmaz, el líder conservador a quien el presidente turco, Suleimán Demirel, designó el viernes por sorpresa para formar Gobierno tras la dimisión del islamista Necmettin Erbakan, se muestra confiado en lograr la investidura parlamentaria antes de que finalice el mes. La fuga de un diputado del Partido de la Recta Vía (DYP), de la también conservadora Tansu Çiller, dio ayer nuevos ánimos al jefe de filas del Partido de la Madre Patria (ANAP). "Espero que varios parlamentarios más [del DYP] dimitan en los próximos días", pronosticó Yilmaz en un acto de su partido celebrado en Estambul.A Yilmaz no le salen todavía las cuentas en el Meclis, el Parlamento de Ankara de 550 escaños. Por ahora, parece tener garantizado el apoyo de 266 diputados: los del ANAP, los de los dos partidos socialdemócratas y los de un grupo de centristas e independientes. Mientras tanto, Çiller y el ex primer ministro Erbakan suman, junto con los ultraderechistas del Partido de la Gran Unión, unos 280 escaños en su favor.

La reacción de Çiller a la decisión de Demirel de encargar la formación de Gobierno a su rival de la derecha turca no se ha hecho esperar: "Es una maniobra antidemocrática, y que además fomenta el transfuguismo político". Más de una docena de diputados del DYP, entre ellos dos ministros, han abandonado ya a su líder después de que los mandos de las Fuerzas Armadas comenzaran sus presiones para expulsar a los islamistas del poder. Los analistas políticos de Ankara esperan que a lo largo de esta semana se sucedan las defecciones en las filas de su partido.

El presidente turco tampoco tardó en replicar a su heredera política en el Partido de la Recta Vía. "No ha habido ningún error. Todo se está desarrollando según la Constitución", aseguró Demirel a través de la televisión. El jefe del Estado podía haberse limitado a aceptar la propuesta que le presentó Erbakan cuando le presentó su renuncia. Pero, tras consultar con los generales y con sus servicios secretos, prefirió dar el llamado por la prensa turca Golpe de Çankaya, en referencia al nombre del barrio de Ankara donde se halla el palacio presidencial.