El Gobierno camboyano desconfía de las noticias de la rendición de Pol Pot

Las noticias sobre la supuesta entrega de Pol Pot, el líder histórico de los jemeres rojos, provocaron ayer un reguero de interpretaciones y versiones en la capital camboyana. Un día después de que la emisora de los guerrilleros anunciara la rendición del hermano número uno, el primer primer ministro de Camboya negó verosimilitud a este hecho. "Pol Pot no ha sido encontrado", declaró ayer el príncipe Norodom Ranariddh. Su compañero en el Gobierno de coalición y segundo primer ministro, Hun Sen, tampoco cree en esas versiones.Esa imprecisión es habitual en Camboya, ya que esa zona de la provincia norteña de Anlong Veng donde viven los últimos bastiones de los jemeres rojos está fuera de control del Gobierno. Por eso, el Ejecutivo no puede ni confirmar las informaciones que llegan desde allí ni albergar esperanzas de hacerlo,

La preocupación occidental en torno a los acontecimientos en Camboya donde el caso Pol Pot ha provocado ya enfrentamientos entre los seguidores de los dos primeros ministros- crece día a día. Un portavoz del Departamento de Estado norteamericano declaró desde Washington que la secretaria de Estado, Madeleine Albright, estaba dudando aún si llevar a cabo o no el viaje previsto la semana próxima a Phnom Penh. Allí, varios embajadores extranjeros, incluido el de Estados Unidos, Kenneth Quinn, apremiaron al Gobierno camboyano a tomar medidas para controlar a las fuerzas de seguridad de los dos primeros ministros tras los enfrentamientos del miércoles. Australia, por su parte, ha amenazado con interrumpir su ayuda a Camboya si prosigue la escalada de violencia.

Pol Pot huyó del campamento de los jemeres rojos en Anlong Veng a principios de mes, después de matar a su jefe militar, Son Sen, y a 10 miembros de la familia de éste. Según Ranariddh, el ex dictador, de 69 años, está acompañado solamente por un puñado de fieles, entre 5 y 10 personas en total.