Diez encapuchados atacan la casa del pueblo de Portugalete con 30 personas en su interior

Los incidentes protagonizados por los comandos Y de apoyo a ETA se reprodujeron sin control en Euskadi a lo largo de este fin de semana. Un grupo de unos diez encapuchados causó en la noche del sábado importantes destrozos en la casa del pueblo de Portugalete (Vizcaya), localidad en donde también quemaron varios coches. La sede del PSE-EE estaba ocupada en esos momentos por más de 30 personas. Esa tarde, jóvenes enmascarados habían apaleado salvajemente a un ertzaina de Hernani (Guipúzcoa). La policía desactivó esa misma jornada dos artefactos explosivos en Algorta y Durango.

El asalto a la casa del pueblo de Portugalete se inició a las 21.45 del sábado cuando diez encapuchados penetraron en esta sede social que los socialistas vizcaínos tienen en la localidad fabril. En el momento del ataque se encontraban más de 30 vecinos en el interior del local. Los enmascarados lanzaron objetos contra el mobiliario y comenzaron a causar destrozos en las vitrinas y en las máquinas recreativas. Aunque no hubo que la mentar daños personales, el local quedó seriamente afectado. Fuentes del partido socialista vizcaíno aseguraron que algunas de las personas que se encontraban a esas horas en el local plantaron cara a los saboteadores y consiguieron que los atacantes no prendieran fuego al interior de esta sede.

Igual que hace 10 años

El 26 de abril de 1987, hace diez años y en este mismo lugar, murieron dos militantes socialistas -Félix Peña y María Teresa Torrado- y otros seis resultaron heridos, en un ataque con botellas incendiarias realizado por el grupo radical Mendeku.En aquella ocasión, el entonces secretario general de los socialistas vizcaínos y ahora pro cesado por los GAL, Ricardo García Damborenea, reclamó implícitamente la ilegalización de Herri Batasuna. "No se puede pretender una convivencia pacífica mientras este tipo de organización criminal tenga acceso a las instituciones, pueda controlar la vida de los ciudadanos mediante infiltración en todo tipo de empresas o siga editando un periódico, disponiendo de subvenciones públicas, tomando la calle a su capricho o asesinando a los ciudadanos", proclamó entonces.

Junto a estos actos de violencia callejera en Portugalete, los equipos de desactivación de explosivos de la Ertzaintza (policía vasca) tuvieron que afrontar otros graves incidentes este fin de semana. Efectivos de este cuerpo neutralizaron dos artefactos (uno de ellos con tres kilos de explosivo y otro compuesto por dos bombonas de butano, un reloj y un sistema de ignición) en la tarde y noche del sábado en las localidades vizcaínas de Algorta y Durango. La Ertzaintza tuvo también que desactivar un artefacto explosivo, en este caso colocado en un vehículo estacionado en la calle Zubiondo, en el barrio de Neguri de Getxo (Vizcaya). Los agentes, que fueron avisados tras una llamada anónima de ETA a la emisora Egin Irratia, mantuvieron acordonada la zona tres horas y desalojaron varias viviendas cercanas.

Mejora el 'ertzaina' apaleado

Muy pocas horas antes, un ertzaina recibía una salvaje paliza en Hernani (Guipúzcoa) a mallos de un grupo de nueve encapuchados armados con palos y objetos contundentes. El agente evoluciona favorablemente, aunque sufrió rotura de huesos en las manos y contusiones de importancia en la cabeza, tórax y hombros.El ataque se produjo cuando el policía, que participaba junto a un grupo de amigos en las fiestas del barrio de Ereñozu, salía solo de un bar. Los agresores se abalanzaron de inmediato sobre él. El apaleamiento fue, según publicó ayer el rotativo Egin, afín a Herri Batasuna, una respuesta a la "represión policial".

A lo largo de 1997 los jóvenes que apoyan a ETA han protagonizado en el País Vasco 70 atentados contra miembros de la Ertzaintza, sus vehículos, viviendas o negocios familiares. En todos estos incidentes cuatro agentes de la Policía Autonómica sufrieron heridas de consideración.