_
_
_
_
_

"La vergüenza de Mogadiscio"

Italia, escandalizada por el comportamiento de sus 'cascos azules' en Somalia

La aparición ayer, en el semanario Panorama, de lo que un periódico ha llamado el segundo capítulo de los horrores somalíes, en alusión a las fotografías de torturas y violaciones cometidas por los cascos azules italianos que participaron en 1994 en la Misión Ibis, al mando de los generales Bruno Loi y Carmine Fiori, desató una nueva ráfaga de declaraciones de principios, promesas de esclarecimiento e investigaciones.Si la semana precedente, tras las denuncias del ex cabo Michele Patruno, la revista publicaba la imagen. de un joven somalí tumbado en el suelo desnudo junto a un paracaidista italiano con dos cables en la mano, preparado para aplicarle electrodos en los testículos, en esta ocasión se ve la foto de una joven atada a un tanque mientras varios militares la sujetan, otro le levanta la falda y una mano arrima una bengala untada de mermelada y la empuja al interior de su cuerpo.

La foto de la chica atrozmente violada ha sido proporcionada por un soldado que hacía la mili, tras casi cuatro años de remordimientos en silencio. El soldado ha dicho: "Había mucho follón. Más que un juego sexual, era hacer algo. Sentirnos grandes. Estar en el grupo". Pero esa foto no es la única ni uno solo es el testimonio que acusa a miembros de las Fuerzas Armadas italianas y de su prestigiosa Brigada Paracaidista Folgore, quienes, según declaraciones que se multiplican en los periódicos, jugaron a la caza al somalí, persiguiendo a los nativos con un fusil. Este juego y los de algunas sevicias a las mujeres debían de resultar tan entretenidos que, según tales testimonios, los soldados del contingente alemán pidieron prestadas a los italianos sus peculiares armas para participar y llegaron a disparar sobre los somalíes, a pesar de tenerlo prohibido.

Ante la segunda tanda de fotografías, la reacción de las instituciones italianas fue ayer fulminante. El presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, convocó para el próximo miércoles al Consejo de Defensa, y el Ejecutivo reunido en Consejo de Ministros instituyó una comisión de investigación propia al margen de la fiscalía militar.

El comunicado del Gobierno, calificando los hechos como de "inadmisible gravedad", fue leído por la ministra para la Igualdad de Oportunidades, Anna Finocchiaro, por deseo del Gabinete de que fuera una mujer la que diera cuenta de las conclusiones gubernamentales. El jefe del Ejecutivo, Romano Prodi, dejó constancia de su "tristeza y solidaridad con las víctimas" ante lo que consideró "hechos gravísimos" cometidos por militares italianos.

El suboficial Valerio Ercole, el hombre que aparece en las fotos con los cables eléctricos ante el joven somalí, fue suspendido del cargo que tenía en un almacén de telefonía del Ejército, como primera destitución de una cadena que todos piensan que tendrá diversos eslabones. Ercole ha declarado que lo que hicieron a los prisioneros civiles somalíes fue sólo para atemorizarles. Al parecer, también tiene ya nombre y apellido la mano que empuja la bengala por la vagina de una joven en las fotos de ayer de Panorama.

El próximo martes llegará al Parlamento el caso que ha sido calificado como "la vergüenza de Mogadiscio". Los diputados quieren que el ministro de Defensa, Beniamino Andreatta, aclare qué quiso decir al calificar los hechos somalíes de "bromas estudiantiles y novatadas", adjetivos que han encendido notablemente muchos ánimos. Desde Bruselas, donde participaba en una reunión de la OTAN, Andreatta prometió justicia dentro de 85 días y aseguró que entregará a los jueces los nombres de los implicados, entre los que no faltarían oficiales.

Amnistía Internacional ha pedido una investigación independiente, manifestando dudas ante las iniciadas en Italia, y ha afirmado que, de ser verdad lo declarado por el ex cabo Michele Patruno en el sentido de que no recibieron adiestramiento específico para el trato a los prisioneros, Italia habría violado la Convención de Ginebra y el código de conducta de la OSCE sobre los aspectos político-militares de la seguridad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_