Guerra denuncia que le quieren echar para que no participe en el proceso de sucesión de González
El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, ha desempolvado una reflexión que ya utilizó su sector hace tres años, cuando libraron sin éxito una encarnizada batalla contra los renovadores. "Hay una estrategia extraordinaria muy bien montada que tiene que ver con la preparación del relevo de Felipe González", dijo ayer. La reflexión se ha repetido toda esta semana en los cenáculos guerristas. El argumento es que la mayoría quiere prescindir de Guerra para que cuando González decida abandonar las riendas del partido no pueda intervenir en la sucesión ni tenga capacidad para hacerlo.
Alfonso Guerra advirtió ayer que si se suprime su cargo se quedará como militante de base. En declaraciones a Antena 3 Televisión afirmó: "Después de ser vicesecretario general, yo no puedo ser otra cosa en el partido. O de número dos o de último".Desde hace años, en todas las trifulcas internas del PSOE aparece al fondo la sucesión de Felipe González. Ocurrió en el 33º congreso y vuelve a aparecer en las vísperas del 34º. ¿Quién gestionará el posfelipismo? Es la pregunta clave que los guerristas formulan estos días. Se contesta que la mayoría que salió triunfante en el anterior congreso y que volverá a hacerlo el próximo fin de semana no desea que Alfonso Guerra esté en la dirección del partido cuando González se vaya para que no pueda intervenir en la sucesión. "Hay una estrategia extraordinaria muy bien montada por parte de los barones y parte de la actual dirección socialista en la preparación del relevo de Felipe González", declaró ayer Alfonso Guerra.
Si el líder del PSOE se queda al frente del partido por mucho tiempo y si va a ser o no el próximo candidato electoral es un asunto que ha vuelto a salir en tertulias internas en las últimas semanas. La última vez ayer, en la resaca del debate sobre el estado de la nación. Una minoría interpretó que su tono moderado indica que está de retirada. Lo cierto es que cuando utilizó un tono levantisco contra jueces o contra el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, se interpretaba lo mismo. En su entorno más inmediato, sin embargo, sonríen ante estos comentarios y aseguran que, aunque su tentación de no volver a ser candidato es enorme, no se atreven a afirmar que no se presentará. Más bien creen lo contrario.
En las declaraciones a Antena 3 Televisión, Alfonso Guerra actuó sin ambages y criticó directamente al secretario de organización, Ciprià Ciscar, y a los secretarios regionales que vienen reuniéndose periódicamente para preparar el congreso. "Hay algunos que quieren suplantar la voluntad del partido y han empezado a hacer un congreso paralelo, y eso es poco democrático", afirmó. En esas reuniones, la siguiente será el próximo lunes, se habla con claridad sobre quién de entre los dirigentes regionales está a favor o en contra de que se mantenga la vicesecretaría general. Hasta ahora 14 abogan por la supresión de este cargo y tres por el mantenimiento.
El número dos del PSOE criticó también la manera en la que su caso se ha puesto en discusión. La ponencia marco que han debatido las agrupaciones incluía la continuidad de ese cargo. Ese asunto concreto fue aprobado por unanimidad en la ejecutiva y en el comité federal. "Después hay una enmienda, entre 10.000, que habla de eliminar el cargo". En su opinión, el cargo de número dos es de gran utilidad y, si bien ahora no se nota, sí resultará imprescindible si el PSOE vuelve al poder.
La idea de recuperar el Gobierno la expresó ayer en Barcelona el secretario de relaciones políticas e institucionales, Txiki Benegas. "Al PSOE lo pueden zumbar en las urnas" si hay división interna. "Para que el congreso sea de unidad no hay que excluir a nadie, y menos a una persona de la trayectoria y relevancia de Guerra", añadió.
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