Esparza no consigue explicar las comisiones que Huarte dio a Roldán
Las auténticas comisiones que Luis Roldán obraba por las obras de la Guardia Civil salieron ayer por fin a luz. El procesado Jorge Esparza, ex director comercial de Huarte, no logró explicar los casi 700 millones que la constructora pagó a Roldán y a otros miembros de su 'clan'. Roldán concluyó sus ocho días de declaración con graves acusaciones al tribunal que le juzga.
Esparza, el verdadero cerebro el clan Roldán, tal como se le define en un auto del Juzgado e Instrucción número 1 de Pamplona donde se investiga la trania navarra, demostró ayer su habilidad y su inteligencia natural. Lo negó todo, una y otra vez. Desde los ingresos millonarlos en el BBV para las ampliaciones de Europe Capital S. L., sociedad de Roldán de a que fue administrador, hasta el pago de comisiones por parte e, Huarte, que en esa etapa consiguió contratos de la Guardia Civil por 17.000 millones.Su declaración fue un fiel reflejo de su personalidad. Él también se inventó su título universitario -en este caso el de ingeniero de caminos- y a la sombra de Roldán, al que conoció en 1979 en Zaragoza, ha conseguido una fortuna personal que se resume en un rosario e casas y fincas por toda España, cuentas en Suiza, a su nombre y al de su madre, con centenares de millones, valiosas obras de arte moderno y un Jaguar Sovering.
Sentado frente al tribunal, rodeado de notas y archivos, escuchó con aparente tranquilidad la larga lista de sociedades patrimoniales en las que participaban él y sus familiares: AEM Inversiones S L., Unión Espal S. L., Esguian Inversiones S. L. y Aure Hispalense S. L. Al fiscal, se le olvidó nombrar una más: Ramansipa S. A., una sociedad en la que le introdujo su amigo, el arquitecto Federico Echevarría, y en la que figuraban como socios, además de este último Jaime Cardenal Pombo y los hermanos José Luis, Iñigo y Nicolás Cotoner Martos, hijos del marqués de Mondéjar.
Cuando el fiscal le preguntó como explicaba que Europe Capital S. L., sociedad de Roldán; Kopean S. L., sociedad de Aragón; y Residencial Menorquina S. L., sociedad de la esposa de Urralburu, estuvieran domiciliadas en un local de su propiedad y en su propia casa contestó: "Fue un favor. Me pidieron que les dejara utilizarlos como domicilio social". Todos ellos tenían sus cuentas en la misma sucursal del BBV: la dirigida por su amigo Jorge Prieto, también procesado.
Esparza no supo explicar por qué las empresas J. M. Estudios y Proyectos, Gextex Estudios y Fox Estudios -administradas por Pedro Galicia Puente, amigo de Prieto-, emitieron facturas falsas a Huarte por servicios inexistentes para dar cobertura al pago de las mordidas a Roldán. Tampoco explicó su relación con la empresa Banto S. A., otra tapadera creada con el mismo objeto, según la investigación. Cuando el fiscal le leyó la declaración del constructor Carlos Zuazo Sierra, de la empresa Sierra Comendador, en la que reconoce que le pagó a él 100 millones en concepto de comisiones, lo negó.
Acusaciones de Roldán
Roldán terminó ayer sus ocho días de declaración diciendo que el plan para asesinarle lo conocía el entonces vicepresidente Narcis Serra y que fue engañado en su simulada extradición desde Laos. "Yo pensaba que los documentos eran auténticos y que sería juzgado por dos delitos y no por siete".Y culminó su interrogatorio con otra acusación. Dijo que Antonio Asunción, ex ministro del Interior, le aseguró en el invierno de 1994 que controlaban a los jueces de la sala VI que le iban -a juzgar, que "no había que preocuparse con la juez Ana Ferrer" que instruía su caso en el Juzgado 16, ni con el juez que tramitaba una denuncia por injurias presentada contra él por los periodistas de Diario 16 que desvelaron el escándalo. Sobre la instructora de su caso señaló que le había dicho que su esposo "era amigo de Belloch". Los tres magistrados que le juzgan le escucharon impávidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.