Lucas fue advertido del 'caso Zamora' dos meses antes de que estallara el escándalo

El presidente de la Junta de Castilla y León y del PP regional, Juan José Lucas, fue avisado con dos meses de antelación al estallido del escándalo de la existencia de indicios de corrupción en las obras de la Diputación de Zamora, lo que luego se conocería como caso Zamora. El entonces presidente de la Diputación, Antolín Martín, le envió una carta el pasado 18 de diciembre, a la que adjuntaba parte de la documentación que hoy investiga el fiscal.

"Querido Juanjo: De acuerdo con nuestra última conversación, te envío algunos datos que en estos momentos he podido conseguir para que tú puedas en base a los mismos sacar tus impresiones sobre las posibles irregularidades que se han podido llevar a cabo en el área de obras de la Diputación durante la etapa del actual Presidente del Partido y del Vicepresidente 1º de la Institución Provincial". Así comenzaba la carta que el entonces presidente de la Diputación de Zamora y militante del PP, Antolín Martín, remitió el pasado 18 de diciembre al domicilio del presidente regional, Juan José Lucas.La "última conversación" a la que se refería la carta se había celebrado antes del congreso provincial del partido, en noviembre de 1996, que Martín perdió frente a la candidatura encabezada por Dionisio García Camero, al que alude como "Presidente del Partido". García Carnero fue, efectivamente, responsable de obras de la diputación zamorana hasta 1992, sucediéndole en el cargo Aurelio Tomás Fernández, que en el momento de redactar la misiva era vicepresidente primero de la diputación.

Precisamente, la decisión de relevar a Aurelio Tomás y José Francisco Bahamonde como vicepresidentes, el 13 de enero de 1997, un mes después de redactar esta carta, desencadenó el proceso que llevaría al PP a forzar la destitución de Antolín Martín al frente de la diputación y a suspenderle como militante del partido por cuatro años.

"No obstante, también pienso descender a estudiar periodos anteriores, ya que según las informaciones que tengo todas apuntan a que diversos dirigentes del partido que estuvieron en la Diputación mandaron hacer multitud de obras antes de la formalización del contrato, lo que pudiera explicar los rumores insistentes que circulan sobre beneficios reportados", continuaba la carta, en referencia a la gestión de su antecesor, el actual procurador del PP Luis Cid.

"Confío plenamente", concluía la misiva, "que a este asunto empieces a prestarle la importancia que puede tener, y espero que si las sospechas se comprueban que son ciertas el Partido tome las medidas oportunas. Cualquier duda que puedas tener, estoy a tu disposición para podértela aclarar".

Al pie del escrito mecanografiado figura la siguiente anotación manuscrita junto a la firma de Antolín Martín: "Un abrazo. Aprovecho la ocasión para desarte a tí y a toda tu familia una feliz Navidad y lo mejor para el próximo año 1997".

La carta iba acompañada de algunos documentos sobre adjudicación de contratos de la diputación cuando los responsables de obras eran García Carnero y Aurelio Tomás, ambos del PP. Dichos documentos, junto con otros, fueron entregados por Antolín Martín al fiscal jefe de Zamora José María Caballero el 24 de febrero de 1997, lo que provocó la apertura de las diligencias conocidas como caso Zamora.

Pocos días antes, en declaraciones a la prensa local, Antolín Martín deslizó por vez primera sus sospechas de corrupción, al anunciar que "los zamoranos van a conocer y valorar cómo han actuado algunos dirigentes del PP que han pasado por esta diputación".

La carta dirigida en diciembre por Martín a Lucas no tuvo respuesta. La primera conversación entre ambos se produjo el 20 de enero de 1997, en Valladolid, poco antes de una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo Regional del PP, que requirió al presidente de la diputación zamorana para que "de forma inmediata" repusiese en sus cargos a los dos vicepresidentes cesados.