Conde se confiesa autor de un delito fiscal en la denuncia de su mujer contra Navalón
Mario Conde, a través de su esposa, Lourdes Arroyo, se confiesa coautor de un delito contra la Hacienda pública en la denuncia ampliada en el Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid el pasado 28 de mayo. Según el texto, el entonces presidente de Banesto pagó a sus asesores Antonio Navalón y Diego Selva los honorarios acordados, 600 millones de pesetas, en agosto de 1990, a través de la sociedad domiciliada en la isla caribeña de Saint Vincent. Esta versión contradice lo afirmado por Conde en el juicio oral.
La petición en el juzgado de guardia de Plaza de Castilla, a cargo ese día del juez José Emilio Coronado, de una orden de entrada y registro por el procurador de Lourdes Arroyo, el pasado 27 de mayo, fue seguida de una ampliación de denuncia, un día después, ya ante el mismo juez, pero en su juzgado, número 16. La denuncia señala que "la verdad de los hechos se resume de la manera siguiente: la sociedad Argentia Trust no es más que un vehículo diseñado por los señores Navalón y Selva con el fin de cobrar los honorarios que pactaron con Banesto por su colaboración en el proceso de constitución de la Corporación Industrial y Financiera de Banesto".
Añade el texto que "tuvieron conocimiento de la existencia de dicha sociedad [Argentia Trust], la controlaron en sus movimientos económicos, proporcionaron a Banesto la factura expedida por la sociedad Argentia Trust para cubrir el pago de sus honorarios y una vez recibido el dinero pagado por Banesto, ordenaron la dispo sición del mismo en la forma que tuvieron por conveniente, sin poder excluir, porque estamos absolutamente convencidos de ello, que se hayan efectuado pagos desde Argentia Trust a terceras personas que hayan colaborado con Navalón y Selva en tal propósito y sin poder excluir que parte de esos posibles pagos sean consecuencia de tráfico de influencias. De lo que no cabe duda alguna es de que Navalón y Selva mintieron al no reconocer la realidad en la forma en que ésta sucedió".
En el juicio oral, Conde dijo, el pasado día 3 de marzo de 1997, que la factura de Argentia Trust reflejaba la verdad. "Se realizaron una serie de trabajos internacionales y yo creo que eso es sustancialmente verdad", afirmó a preguntas del fiscal Ignacio Gordillo. También respondió, cuando se le preguntó si Návalón le dijo que debía pagar a Argentia Trust, lo siguiente: "El señor Navalón nunca me dijo a mí que había que pagarlo a Argentia Trust".
De desconocimiento total de lo que era Argentia Trust, ahora, según la denuncia presentada, Conde ya conoce la verdad. Argentia Trust fue el vehículo utilizado para pagar a Antonio Navalón.
La nueva versión contradice, asimismo, las afirmaciones de Conde ante el presidente del tribunal, Siro García, cuando el ex banquero explicó que el pago de los 600 millones se había realizado entre dos no residentes, Banesto Industrial Investment (isla de Gran Caimán) y Argentia Trust (Saint Vincent), precisamente.
Siro García subrayó que Navalón residía en España. Entonces Conde explicó que el pago se realizó de ese modo por necesidad de cumplir con los compromisos internacionales de Navalón.
Ahora, en cambio, señala en la denuncia, -que utiliza la tercera persona del singular en algunos de sus párrafos, que Argentia Trust fue el vehículo utilizado para cobrar los honorarios por parte de Navalón y de Selva.
La diligencias previas abiertas por el juez Moreiras en 1993 y reforzadas en 1994 con la factura de Argentia Trust, en abril de 1994, tuvieron como motivo falsedad y delito contra la Hacienda Pública. En algunos escritos figuraba también el delito de estafa y defraudación a Hacienda.
Ello significaría, pues, que el delito fiscal que ahora viene a confesar Conde no estaría prescrito. En otras palabras, la incoación de las diligencias previas habría interrumpido, en abril de 1994, la prescripción.
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