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Detenido un matrimonio por comprar una menor, casarla con su hijo y obligarla a mendigar

Otra joven que viajaba con el matrimonio aparece en un centro para indigentes

Ibrahim se compró una hija croata por 640.000 pesetas. La casó con su hijo belga, que abusó sexualmente de ella, y la puso a pedir limosna en el Barrio Gótico de Barcelona antes de viajar hacia Italia. La niña fue a mendigar a unas turistas que hablaban su mismo idioma: el serbocroata. Las turistas escucharon de la joven un relato que les puso los pelos de punta. Pararon a una patrulla policial y todos fueron a comisaría. La menor ha quedado recluida en un centro de menores. El padre-comprador y su hijo, en prisión, han sido acusados de hurto, coacciones, adopción ilegal y mendicidad con menores, según informaciones facilítadas por el cuerpo policial de la Generalitat.

Ibrahim, originario de Bosnia, pero nacionalizado holandés vive con su mujer Milena, holandesa de pasaporte, pero croata por nacimiento. Viajando en una caravana, ayer estaban en Berlín, hoy en Barcelona y mañana, si la policía no lo hubiera impedido, en Italia.Ibrahim, con 36 años, y milena, de 33, tienen un hijo de 20 años de edad. Se llama Burceli y no nació en ninguno de los países citados anteriormente, sino en Bélgica. Bruceli viaja en la misma caravana en compañía de su esposa, de 14 años, que, a la vez es su hermanastra, y de otras dos menores, compradas en distintos países, siempre según información de la Unidad Central de Menores de los Mossos d'Esquadra.

En un centro policial, la mendiga contó la historia de su vida y de toda la caravana. Sus padres biológicos la habían vendido hace años en Bosnia. Se escapó de su padres adoptivos y volvió con los biológicos, pero el año pasado la volvieron a vender. Esta vez la compró Ibrahim al precio de 8.000 marcos (640.000 pesetas), puesto que estaban en Berlín. El padre-comprador la destinó a ser la esposa de su hijo Burceli, que abusaba de ella sexualmente, y luego la obligaba a salir a mendigar por las ciudades donde paraban. De la recaudación dependían los palos que recibiera.

La caravana de Ibrahim entró en España hace tres semanas por la frontera de Girona.

Tenían aparcado su vehículo junto a Colón, cerca del barrio Gótico, donde, día tras día, la joven se dedicaba a mendigar.

Pero ella no estaba sola. Según relató a la policía, en la caravana viajaban otras dos menores. La declaración de la joven se iba comprobando con los hechos. La caravana fue encontrada donde dijo; los padres-compradores, también, y el esposo y una joven de 16 años, que negó todos los hechos y no quiso presentar denuncia.

Faltaba la otra menor, la de 15 años que fue hallada en un centro de acogida de indigentes, adonde había conseguido llegar tras escaparse de Ibrahim y de su caravana.

Tras prestar declaración ante el juez, Ibrahim y su hijo han ingresado en prisión. Las dos menores que han denunciado los hechos han ingresado en un centro de acogida de la Generalitat. Milena, la mujer de Ibrahim, está en libertad.

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