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Entrevista:

"Lo mas importante es conmover a la gente"

Adam Duritz tiene fama de hosco y algo antisocial. No es alguien que prodigue sonrisas, y eso se refleja tanto en las canciones de pop-rock que compone para su grupo., Counting Crows, como en sus interpretaciones. Para algunos, sobreactúa demasiado en escena, contorsionándose en los temas intimistas como si le doliera sacar de adentro sus emociones. Para otros, es un intérprete que logra meterte en sus mensajes.Lo cierto es que los temas del segundo álbum de Counting Crows, Recovering the satellites, hurgan aún más en el interior de la mente y el alma, con canciones que parecen aludir a atmósferas de noche estrellada. "No es que yo escriba de noche o piense demasiado en la nocturnidad de estos temas, pero es cierto que varios de ellos requieren un ambiente oscuro

afirma. "Yo vivo solo y sufro de insomnio, por lo que paso mucho tiempo despierto de noche. Pero me gusta estar a solas, tranquilo. Estoy mucho tiempo en casa".

Estos temas son más introspectivos y profundos que en su primer disco. "Sí, eso es lo que pienso yo también", asiente Duritz. "Yo escribo sobre lo que siento, y al hacerlo suele salir fuera toda una imaginería que a veces me sorprende a mí mismo. Es un disco mucho más personal que el anterior".

Han desaparecido las historias ajenas, ahora parecen importar sólo las situaciones de su entorno, con él en el centro de su universo. "No creo que sean temas abstractos, aunque no cuentan historias, sólo emociones. Pero creo que ahora soy mejor escritor que antes y puedo expresarme mejor en las letras". Pero Duritz siente que lo suyo es la música, no la literatura. "Antes solía escribir otras cosas aparte de canciones, pero ya no. Lo he dejado".Grabación campestre

Este álbum de Counting Crows, al igual que el anterior, fue grabado en un estudio en una mansión campestre. "Trabajamos mucho mejor así, los estudios se convierten rápidamente en lugares desagradables y poco acogedores. Escogimos ese lugar, donde podíamos estar a gusto, incluso dormir y comer ahí mismo y también dar paseos por los alrededores. Te hace sentir en casa, y eso es fundamental para mí. Sólo así estoy verdaderamente a gusto porque lo que hacemos es algo muy personal, que no se puede hacer en lugares fríos o ajenos a tu ambiente. Además, hace falta poder concentrarse para que todo salga bien".

Duritz, de 31 años, insiste en esa dimensión personal de las actuaciones y los discos de Counting Crows. No le asustan los conciertos multitudinarios, pero no ve el sentido de presentarse ante una audiencia de 60.000 personas. "No creo que tenga sentido tocar en un estadio", afirma, "pero en un local amplio, con público de entre 7.000 a 15.000 personas, quizá al aire libre, se pueden hace rconciertos preciosos". Pero sus canciones tienen un destino. "Donde realmente queremos llegar es al interior de la gente. Quiero conmover a las personas, pienso que eso es importante. Algunas veces es difícil cuando- uno ha tenido un mal día, pero es lo que hacemos y al final suele salir bien".

Counting Crows tienen previstas dos actuaciones en España. El 10 de junio en Barcelona (Zeleste) y el 11 de junio en Madrid (Aqualung). Duritz no escatima elogios al público español. "Nos gusta mucho actuar en España", dice. "Es mi lugar favorito para tocar y la gente es muy agradable. He hecho más amigos en Madrid que en ninguna otra ciudad de Europa. Siempre nos guardamos el último concierto de la gira europea para actuar en Madrid. ¿Por qué? Porque es la ciudad más divertida de todas y así podemos irnos de marcha después toda la noche y no tenemos que salir de viaje inmediatamente".

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