"En el fracaso se otorga demasiada importancia a la inteligencia"

Valentín Martínez-Otero, de 33 años y natural de Oviedo (Asturias), es doctor en Psicologra por la Universidad Complutense. En su reciente obra Los adolescentes ante el estudio (Editorial Fundamentos) analiza de manera pormenorizada las causas del fracaso escolar en las enseñanzas medias, que afecta prácticamente a la mitad de los alumnos, y propone una serie de pautas de intervención en la escuela para paliar el fenómeno. Para el autor, este índice de fracaso delata causas generales: "En el fracaso, habitualmenle se otorga demasiada importancia a la inteligencia, y eso no es serio.Existe una constelación de factores que hace que el fracaso escolar sea social, de todos".Pregunta. ¿Existen fórmulas para reducir esas cifras de derrota en el bachillerato?

. Respuesta. Es importante que el profesor colabore con el alumno para orientarlo y fomentarle el hábito de estudio. El profesor no puede limitarse a transmitir muchos conocimientos, tiene que interesarse también por la parte afectiva y emocional de sus alumnos. Algo que cada vez se está viendo más como una necesidad es favorecer el trabajo cooperativo entre compañeros, hacer que los unos se interesen por los otros y que todos compartan el éxito. Esto no solamente es bueno para el resultado del trabajo, también les beneficia personalmente, en su propia estima. Pero, para que los profesores puedan actuar en esta dirección, también ellos necesitan recibir una formación inicial y permanente que incluya, además de las cuestiones pedagógicas, las psicológicas.

P. ¿Sólo deben cambiar los comportamientos en la escuela, o la sociedad y la familia tienen algo que decir?

R. Es necesario que los padres se interesen más por los estudios de los hijos. Se ve con demasiada frecuencia que apenas hay relación entre ellos en materia de estudios. Los padres trasladan su preocupación al Final del curso, en época de exámenes, cuando ya es tarde.

P. ¿Cuáles son las causas principales del fracaso escolar entre adolescentes?

R. La falta de perspectivas laborales influye mucho en la juventud. El bachillerato representa un momento de toma de decisiones. No todos quieren ir a la Universidad. Muchos desearían empezar a trabajar, pero el panorama laboral les lleva a la desilusión y a continuar estudiando, pese a no sentir vocación alguna. Esto les hace enfrentarse al aula con apatía. Pero hay otras causas: la falta de referencias culturales en la familia, la ausencia de técnicas de estudio y el desconocimiento de un hábito de trabajo. Un factor importante es la aptitud verbal. Hay casos en los que la carencia de aptitud verbal determina por sí sola el fracaso del alumno. Existe entre muchos adolescentes un desconocimiento del propio idioma.

P. Para eso está la escuela, para enseñarles a dominar el lenguaje.

R. Sí. No estaría de más que la escuela reforzara la aptitud verbal de los alumnos, pero no hay que olvidar que el lenguaje proviene de otros orígenes como la familia o los medios de comunicación, que generan unos modos de expresión. El fracaso escolar no se puede imputar. exclusivamente a los profesores, al alumno en sí o a los planes de estudios. El fracaso escolar es algo de todos.