"No quiero clemencia, quiero justicia", declara el español condenado a muerte en Florida
Soy inocente, no pido clemencia sino justicia", declaró ayer a EL PAÍS Joaquín José Martínez Pérez, el español condenado a muerte en Florida. Hablando por teléfono desde la prisión de Tampa, Joaquín José Martínez confirmó que su traslado al "corredor de la muerte" de la prisión estatal de Florida, en Raiford, era inminente. Entretanto, su padre, Joaquín Martínez Sánchez, se preparaba en Miami para viajar hoy, lunes, a España, donde expondrá el caso en televisión. "Es como si mi hijo hubiera entrado en coma", dijo el padre.Joaquín José Martínez, con la voz estrangulada por la emoción, habló en un buen castellano pese a que no pisa España desde que en el curso 1986-1987 su padre le envió a Madrid, precisamente para que no perdiera su lengua materna. "Estoy a un paso de la muerte, pero confío en Dios y en la solidaridad del pueblo español", dijo. "Llevo 18 años en EE UU, pero todos los días de mi vida me he sentido orgulloso de ser español".
Desde que fue sentenciado a morir en la silla eléctrica, Joaquín José Martínez, según contó, sólo puede desplazarse fuera de su celda con grilletes en las manos, la cintura y los pies. Así lo establecen las leyes de Florida, el segundo estado norteamericano detrás de Texas en el número de ejecuciones.
La vieja silla eléctrica
¿Está condenada la vieja Old Sparky?", decía ayer el titular de primera plana del diario The Miami Herald. La foto de una silla de madera con cinchas y cables aclaraba que la Vieja Sparky es la silla eléctrica de Florida. Según la información, nuevas investigaciones científicas han revelado que "la ejecución en la silla eléctrica no es ni rápida ni indolora", lo que da "nueva munición" a los enemigos del artilugio.
El uso de la silla eléctrica, a la que ha sido condenado Joaquín José, está suspendido temporalmente en Florida desde que, en marzo, Pedro Medina agonizó durante tres minutos con los cabellos ardiendo tras recibir las descargas eléctricas. Florida podría sustituir ese método por la inyección letal.
Los partidarios de la pena de muerte no se detienen en esas consideraciones. Al pronunciarse la sentencia contra Joaquín José Martínez, Tina McCoy, hermana de la mujer por cuyo asesinato fue condenado el español, declaró: "Me tranquilizaría si ya estuviera muerto. Le quiero muerto aquí y ahora. No dentro de diez años".
Joaquín Martínez Sánchez quiere que el juicio sea revisado y se estudien las razones y las circunstancias que llevaron a Sloane Milliam, la ex esposa de Joaquín José Martínez, a convertirse en la principal prueba de la acusación contra su hijo. "Esa mujer", dice, está trastornada".
Sloane, que dió el "soplo" que provocó la detención, le envió a su ex marido una carta a la prisión el pasado 19 de febrero. En ella le reiteró su amor -"nunca he deja
do de amarte", en inglés; "te quiero mucho", en castellano- y le dijo: "Tú eres demasiado bueno para haber hecho una cosa semejante. Eres demasiado elegante, amable y cariñoso para ser culpable. Me niego a creer que lo hayas hecho".Joaquín Martínez Sánchez cree que testificó contra su hijo "por celos" y "bajo presión policial"
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