¿Qué propuso Yeltsin en París?

MoscúLa promesa hecha inesperadamente en París por el presidente ruso, Borís Yeltsin, de desmantelar los misiles nucleares dirigidos contra los países de la OTAN es incumplible y, según el influyente comentarista de temas militares Pável Felgenhauer, "indica que existe un serio peligro, puesto que el comandante en jefe supremo [Yeltsin] no entiende absolutamente nada de asuntos militares".

La declaración de Yeltsin dejó atónitos a los militares rusos, ya que lo que dijo su presidente no se puede cumplir. En efecto, realizar lo prometido -desmantelar las ojivas nucleares de los misiles- significaría el desarme nuclear total y unilateral de Rusia, cosa que el líder del Kremlin no desea. Si Yeltsin hubiera consultado con los milita res, éstos le habrían explicado por qué es imposible realizar lo que él anunció con tanta solemnidad, rompiendo el protocolo, después de firmada el Acta Fundacional sobre las relaciones en tre Rusia y la OTAN.

El problema es que, como Felgenhauer explicaba ayer en el diario Segodnia, "cualquier misil estratégico terrestre o marítimo puede atacar cualquier país de la OTAN, y la elección del blanco depende del punto central de mando del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas". Esto se debe a que el sistema de fuerzas estratégicas "es sumamente elástico", ya que cuando se formó el escudo nuclear soviético "no se podía saber con quién habría que intercambiar golpes atómicos".

Se podía dar el caso de que estallase una guerra con China y que los países de la OTAN permanecieran neutrales, o al revés, o quizá habría que combatir contra todas las potencias nucleares al mismo tiempo. Resumiendo, que si se toman las palabras de Yeltsin literalmente, habría que desmantelar más de 8.000 ojivas.

Pero el asunto no terminaría ahí, ya que como el Ejército ruso no tiene "un número suficiente de lugares para guardar por largo tiempo y con seguridad." tantas ojivas, "habría que enviarlas a las empresas ubicadas en las ciudades secretas que en su tiempo las fabricaron y allí se verían obligados a desmontarlas, como anteriormente hicieron con las ojivas evacuadas desde Ucrania y Kazajstán".

Además, como mantener en sus puestos de combate los cohetes balísticos sin ojivas nucleares resulta caro y no tiene ningún sentido, también éstos "serían liquidados paulatinamente" y, "como resultado, Rusia se convertiría en un país no nuclear", concluye Felgenhauer, mostrando lo absurdo de la declaración de Yeltsin.

Las palabras del presidente ruso, coinciden la mayoría de los comentaristas, "son sólo un gesto político". Las explicaciones de que Yeltsin había querido decir que a los cohetes les quitarían su misión de vuelo y no las ojivas tampoco sirven, ya que la misión de vuelo se da al ordenador de a bordo del misil directamente durante el lanzamiento.