El nuevo presidente iraní descarta un entendimiento, por ahora, con EE UU
El presidente electo de Irán, Mohamed Jatamí, confirmó ayer que su Gobierno va a continuar la política de su predecesor, Hachemí Rafsanyani, en especial con relación a EE UU, al que acusó de hostilidad, asegurando que no puede haber entendimiento, por ahora con los norteamericanos. Jatamí, que se negó a aceptar que su elección signifique un voto de protesta de los iranies, anduvo con pies de plomo e insistió en el respeto a "los límites del sistema".
"Creo que la gente ha votado en favor del sistema y de la independencia de su país", subrayó Jatamí haciéndose eco de las palabras pronunciadas dos días antes por el presidente saliente. "Por supuesto que eso significa libertad y derecho a elegir, pues ésas fueron algunas de las razones para llevar a cabo la revolución, pero dentro del marco del sisterna", añadió sin precisar en qué hechos concretos va a traducirse, aunque sí indicó que "habrá oportunidades para escuchar más opiniones". "Las expectativas de la gente están dentro de los límites de la Constitución, esperan un sistema más ajustado a derecho", señaló.La cuestión es que los "límites" del sistema resultan especialmente flexibles en un régimen en el que no existe un centro de poder sino varios. De ahí que su defensa de las libertades haya dado lugar a algunos analistas a hablar de una perestroika iraní. El guía supremo, Alí Jamenei, se ha referido al resultado electoral como una "nueva era". "Llámenlo como quieran, pero se trata de una consolidación del proceso de construcción", declararía más tarde el alcalde de Teherán y uno de los principales valedores de Jatamí durante la pasada campaña electoral, Mohamed Karbaschi.
Ese mismo aspecto de continuidad fue central en la intervención de Jatamí, que se refirió a Rafsanyani como "figura prominente de la revolución" y destacó su "valor espiritual en cualquier futura tarea que desempeñe en el Gobierno". Jatamí insistió en la ,estabilidad" alcanzada por Irán bajo su mandato y consideró que es la primera oportunidad para establecer una sociedad civil dentro del marco de los derechos civiles". La elección de Jatamí puede verse como un "empujón al Estado" por parte de los ciudadanos, hartos de las normas contradictorias que convierten su vida cotidiana en un caos. Jatamí ha insistido mucho, y ayer volvió a hacerlo, en el respeto a la ley.
Ese mensaje ha calado, pero él mismo se apresuró a ponerlo en el contexto. "En nuestro país ha habido una revolución, en la que tomaron parte las mujeres y los niños, que no fue impuesta y tras 18 años hemos conquistado nuestra identidad y una naturaleza religiosa con la que nos identificamos". Para él, ese carácter religioso no es contradictorio con las libertades prometidas en su campaña.En este aspecto fue tal vez más explícito Karbaschi, que aclaró con posterioridad que "cuando en Occidente hablan de libertad siempre se refieren al tema de las relaciones entre los dos sexos, pero de lo que se hablaba en el programa de Jatamí era de libertad social, libertad económica, libertad. política, etc...". "Éste es un país tradicional", precisó, "y creemos que las relaciones entre los dos sexos deben mantenerse entre la ética y la moral [islámicas]. No van a ver aquí fórmulas como la de la cohabitación y otras que son habituales en Europa".Respecto a la política exterior, Jatamí reconoció que al igual que en defensa e información, la Constitución entrega al guía supremo todas las competencias. De momento, y mientras el presidente electo no vaya tejiendo sus alianzas, no hay que esperar giros espectaculares, aunque la llamada ayer al Ministerio de Asuntos Exteriores del encargado de negocios alemán haya creado esperanzas de deshielo con Europa. En cuanto a Estados Unidos, Jatamí dijo que "las políticas estadounidenses continúan siendo hostiles a la revolución y a nuestro sistema". Por ello, añadió "no habrá base de entendimiento, porque no podemos aceptar sus imposiciones".
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