"Confirmar las palomas en la periferia es una tontería"
Dice que no está ni para entre vistas ni para nada, pero aun así hace un esfuerzo si se trata de hablar de palomas mensajeras. Desde hace un par de semanas, José Luis Rodríguez, toledano, 49 años, profesor de Educación Física en el INEF y colombófilo en sus ratos libres, anda envuelto en plena competición de palomas mensajeras, de la que espera salir bien parado. Hace dos semanas consiguió, cuenta con orgullo, una marca digna: soltó 36 palomas en el cabo de San Vicente, en Portugal, y 22 de ellas recorrieron en el mismo día 630 kilómetros y regresaron a su palomar, situado en Alcalá de Henares. Al día siguiente llegaron cinc o palomas; las otras se perdieron en el camino. Este hombre sólo habla y vive para sus palomas, afición que descubrió hace seis años en una exposición sobre colombofilia. Y se enfada cuando oye decir que las palomas son animales que estorban en la ciudad.Pregunta. ¿Qué le parece la medida que ha propuesto el Ayuntamiento de confinar las palomas en parques de la periferia?
Respuesta. Me parece una tontería, porque las palomas son unos animales muy listos y siempre vuelven allí donde tienen su nido. Es imposible, aunque lo diga el Ayuntamiento, que Madrid se vacíe de palomas.
P. No negará que ensucian bastante la ciudad.
R. Es cierto que el ácido del excremento de las palomas es muy fuerte, pero lo que hay que hacer es limpiar bien los edificios, y tener un control sobre la población. Pero en estos asuntos, desgraciadamente, los Ayuntamientos nunca consultan con los entendidos.
P. ¿Y qué haría para solucionarlo?
R. Pondría palomares estratégicos para que aniden las palomas y no estorben a los ciudadanos. Lo más importante es que no críen libremente, como ocurre ahora en Madrid. El Ayuntamiento debería controlar eso, porque, si no, las palomas volverán a la ciudad, como también volverán los estorninos. En la ciudad siempre hay pájaros, y es muy agradable ver animales en zonas urbanas.
P. A muchos madrileños no les parecen simpáticas las palomas.
R. Las desprecian porque nunca han tenido contacto con ellas. La gente que vive en esta ciudad suele ser muy reacia a todos los animales que andan sueltos. Me parece algo: similar a una aberración, porque los perros producen diez veces más suciedad e infecciones que las palomas. Estos animalitos son dóciles, y unos auténticos atletas. Pero Madrid es una ciudad muy peligrosa para ellos.
P. En los tiempos de la telefonía móvil, de Internet, ¿qué sentido tienen las palomas mensajeras?
R. Las conversaciones telefónicas por satélite siempre se puede captar con un escáner, mientras que los mensajes que se envían con palomas nunca se pueden controlar. Es muy difícil que alguien sepa a qué hora va a salir una paloma con el mensaje. En la Segunda Guerra Mundial fueron un elemento estratégico, y siguen siendo de gran utilidad.
P. ¿Para qué se emplean?
R. Para muchas misiones de alto secreto.
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