El catálogo oficial de Jimi Hendrix ve la luz por primera vez en compacto

La súbita muerte de Jimi Hendrix, el 18 de septiembre de 1970, dejó truncada una carrera que empezaba a despuntar como un misil dentro del mundo del rock. La nunca esclarecida razón de su muerte (sobredosis de barbitúricos, cóctel fatal de excesos, mala atención médica) a los 27 años no hizo sino catapultarlo al olimpo de los mártires del rock. Como nada hacía presagiar este prematuro desenlace, los líos de derechos sobre su obra se han prolongado durante más de dos décadas, y sólo ahora se empieza a editar su obra completa en formato compacto, a partir de las grabaciones originales.

Este año se cumple medio siglo del nacimiento de uno de los creadores más originales de la historia del rock. Pese al aura de mito que rodea a Jimi Hendrix y los millones de discos que se han vendido después de su muerte, no ha sido posible hasta ahora que sus admiradores pudieran disfrutar del más limpio sonido de sus grabaciones.La familia del músico -su padre, Al, y su hermanastra, Janie- sostuvo un largo litigio contra los antiguos colaboradores de Jimi Hendrix, que gestionaron y sacaron partido de las grabaciones desde 1970. Michael Jeffrey, uno de los apoderados, y Chas Chandler, ex miembro de The Animals y primer representante y productor de Hendrix, pero de quien el músico se distanció en su último año de vida, lanzaron al mercado una larga serie de discos póstumos. Tras la muerte de Jeffrey en un accidente, lo relevó Alan Douglas y continuaron las publicaciones.

En 1993, los herederos legales les pidieron cuentas, acusándoles de más de veinte años de "mala representación, enriquecimiento ilícito y actuación no autorizada".

En 1995 lograron un arreglo extrajudicial por el que Al Hendrix y su hija se hicieron finalmente con la propiedad de la música y la imagen de Hendrix. La familia contrató entonces al ingeniero y coproductor de los primeros discos de la Jimi Hendrix Experience, el surafricano Eddie Kramer, y al biógrafo del músico, John McDermott, para que se hicieran cargo de estas nuevas ediciones.

La leyenda de Jimi Hendrix parte de las mismas premisas que otras estrellas del rock que corrieron la misma suerte en la misma época, como Janis Joplin, Jim Morrison o Brian Jones. Un éxito fulgurante, el reconocimiento a su original creatividad y, entre sus manos, todo el lujo y los excesos que se pudiera imaginar. Su afición a las drogas, a todas ellas, le llegó al mismo ritmo que la fama.

En apenas tres años, Jimi Hendrix llegó a lo más alto, y no tuvo poco que ver con ello su casi permanente estado de alucinación. El consumo -habitual en esa época- de LSD, barbitúricos, marihuana, cocaína u otras especies desató en él un carácter más desinhibido y sus actitudes espectaculares le ganaron aún más admiradores. En particular, su participación en el festival de Monterrey en 1967, en donde quemó su guitarra en el escenario y la destrozó contra los amplificadores, lo consagró como ídolo entre una juventud rebelde y alucinada.

La muerte le sorprendió en el Samarkand Hotel de Londres, donde se alojaba con su novia Monika Dannemann. Mientras ella iba a comprar cigarrillos, Hendrix agonizaba casi asfixiado en su propio vómito. Murió a los 27 años, en el trayecto de la ambulancia al hospital. No se detectó sobredosis de ninguna sustancia. Sólo había tomado unos tranquilizantes suaves para dormir. Algunas tesis apuntan a negligencia médica, y otras, al fin de una larga sucesión de excesos.

17 temas

El álbum que dejó sin terminar en sus estudios de Electric Lady ve ahora la luz con seis temas hasta ahora inéditos en formato compacto. First rays of the rising sun (Los primeros rayos del sol naciente) tenía ya un título, pero Hendrix había dejado al morir una enorme cantidad de canciones dispersas en varios sitios. Sería imposible saber cuáles habría escogido él para el disco, pero los productores, que le conocieron a fondo, dicen haber hecho lo más cercano. El que iba a ser el quinto álbum de Hendrix recoge 17 temas, que iban a constituir un álbum doble. Razones comerciales hicieron que estas grabaciones aparecieran en el mercado publicadas en tres discos (The cry of love, Rainbow bridge y War heroes). La mayor parte de esos temas no se había editado hasta hoy en su edición original y seis de los que se recogen en este álbum aparecen por primera vez en compacto.