La captura de un guerrillero ensombrece el proceso de paz en Guatemala

Un sombrío episodio se cierne sobre el proceso de paz que echó a andar en Guatemala el pasado 1 de enero. La Misión de Verificación de Naciones Unidas en ese país (Minugua) acaba de hacer público un informe en el que responsabiliza a un cuerpo de élite del Ejército guatemalteco de la captura y la desaparición del guerrillero Juan José Cabrera, alias Mincho, apenas dos meses antes de la firma de a paz.

El caso está rodeado por una espesa capa de misterio que el informe de la ONU no acaba de disipar plenamente. De entrada, tanto el Gobierno del presidente Álvaro Arzú como la propia Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) han negado conocer la existencia de este personaje. Pero, según otros testimonios recabados por el organismo internacional, Mincho había participado, junto a Rafael Baldizón, comandante Isaías, en el secuestro de una anciana empresaria, Olga de Novella, que estuvo a punto de dar al traste con las conversaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla.El 19 de octubre de 1996, según la Minugua, Isaías y Mincho fueron capturados por un grupo de élite del Estado Mayor Presidencial. Entonces se destapó su implicación en el secuestro, que, al parecer, habían ejecutado al margen de la comandancia de la URNG. Al día siguiente, Isaías fue canjeado por la anciana, decisión que el presidente Arzú tomó por razones humanitarias. Pero de Mincho nunca más se supo.

Aparato clandestino

Ni los dirigentes guerrilleros ni las autoridades mencionaron nunca al activista. Sin embargo, las especulaciones cada vez más insistentes sobre su desaparición hicieron que la Minugua emprendiera el 23 de abril una investigación. Después de tres semanas de pesquisas, los funcionarios internacionales aseguran tener "serios elementos de convicción" de que el Estado Mayor Presidencial mantiene un aparato clandestino antisecuestros, que fue el que participó en el caso Novella y detuvo a Isaías y a Mincho. La Minugua no tiene datos para saber lo que ha sucedido con este último, pero cree que murió en el tiroteo desatado durante su captura. No obstante, asegura que seguirá trabajando para esclarecer su paradero.La ONU acusa también al Gobierno de Arzú y a la propia guerrilla de encubrimiento y de violar el compromiso de luchar contra la impunidad. La reacción del Ejecutivo ha sido furibunda. Mientras Arzú convocaba una reunión urgente del gabinete de seguridad, la casa presidencial emitió un comunicado en el que rechaza el informe, al que califica de ambiguo y carente de fundamentos. El texto emplaza a la Minugua a que especifique con qué pruebas cuenta para desechar "las versiones oficiales" y aceptar "varias versiones coincidentes". "Lo que el Gobierno ha negado y niega es que esa otra persona haya sido capturada o muerta", insiste el comunicado La URNG, de momento, no ha dado una respuesta.