De ópera y cine

Me gustaría, como lector de J. A. Vela del Campo, aficionado, y miembro de la Asociación de Amigos de la ópera de Madrid desde 1968, puntualizar un aspecto concreto de su, como siempre, erudito artículo De ópera y cine publicado en EL PAÍS del pasado 8 de mayo. Esta excelente iniciativa del ciclo de ópera y Cine, patrocinada por nuestra asociación, no se sitúa en ningún "intento de modernización cultural de la asociación". La modernización, en el sentido del artículo, es un hecho comprobable, al menos desde principio de los noventa. Sin ánimo de ser exhaustivo, organizamos en 1992, con su valioso concurso como director técnico, las jornadas ópera 2000 con participaciones tan destacadas como las de Bob Wilson, Gerard Mortier, Alvin Hánseroth, Eduardo Arroyo, Kraus, Ros Marbá, Sagi, Savater, etcétera. Conferencias previas a todas las óperas y coloquios posteriores a ellas, con intervención de los intérpretes y directores musicales y escénicos hasta esta misma temporada y que fueron coordinadas y moderadas por Vela del Campo entre los años 1990 y 1994. Ciclos de recitales desde el año 1994 para jóvenes cantantes celebrados en la Escuela Superior de Canto; becas para ampliación de estudios en el extranjero a jóvenes cantantes; ciclo de cámara de la ópera de Moscú en 1992, que permitió ver representadas obras tan poco habituales como La nariz, Rayok, Los jugadores, La boda, o El pintor y las cuatro niñas, algunas de ellas estreno en España. ¿Dónde el conservadurismo?-