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El ex fiscal mexicano Chapa burló las fronteras de EE UU y Alemania antes de ser detenido en Madrid

El ex fiscal mexicano Pablo Chapa, que huyó de su país el pasado 31 de enero escondido en el maletero de un coche, consiguió burlar a las policías de Estados Unidos y Alemania antes de ser detenido en Madrid, a las diez de la noche del pasado viernes, por agentes de la Brigada de Información Exterior de la policía española. El fugitivo, de 47 años, se había dejado crecer la barba y modificado su aspecto, pero cometió dos errores: siguió frecuentando los lujosos ambientes a los que estaba acostumbrado en México y visitó a unos familiares maternos que viven en Madrid.

De todas formas, no fue fácil capturarle. "Hay que tener en cuenta que en México había sido el jefe de los detectives que investigaban los tres casos más importantes del país: los asesinatos de Ruiz Massieu, Colosio y el cardenal Posadas", explicó ayer a este periódico uno de los policías que lo detuvieron. A eso de las diez de la noche del viernes, Pablo Chapa caminaba por la céntrica calle de Goya. Tres agentes de paisano se pusieron junto a él y, antes de que el fugitivo pudiera advertir nada, le tenían esposado. "Siempre intentamos no armar escándalo ni dar lugar a que el detenido reaccione, y en este caso lo conseguimos plenamente", añadió el policía.El ex fiscal mexicano estaba acompañado por otra persona -un primo suyo-, cuya identidad no fue facilitada por la policía. Chapa no llevaba ningún tipo de documentación encima, por lo que en un primer momento de sorpresa -según testigos de la detención- negó su identidad. Una vez en las dependencias del complejo policial de Canillas (noreste de Madrid), el detenido demostró que no había dejado un cabo suelto. Informado por los agentes de que tenía derecho a llamar a un abogado, Chapa recurrió a uno de los mejores bufetes de la capital española.

Viaje en el maletero

El ex fiscal mexicano que acusó de asesinato y envió a la cárcel a Raúl Salinas huyó de su país tras descubrirse que había sembrado el jardín del hermano del ex presidente Carlos Salinas con restos humanos, en un aparante intento de inculparle en el asesinato del político José Francisco Ruiz Massieu. Descubierta la trama, Pablo Chapa consiguió cruzar la frontera de México con EE UU escondido en el maletero de un coche.Un maletero que debía ser muy grande, ya que la policía española se ha incautado de numerosa documentación tras el registro de la vivienda de Chapa en Madrid. El ex fiscal había alquilado un piso en una lujosa urbanización de Majadahonda, al oeste de la capital, donde también se ha encontrado un ordenador portátil. Estos efectos, que algunas fuentes de la investigación no han dudado en calificar de "comprometedores", fueron entregados el sábado por los agentes al juez de la Audiencia Nacional Carlos Dívar.Tras salir ilegalmente de su país, Chapa se paseó sin contratiempos ante las policías de fronteras de EE UU y Alemania, por algunos de cuyos aeropuertos pasó antes de llegar a Madrid. Desde hace tres meses, la policía española fue estrechando el cerco hasta detenerle. La Brigada de Información Exterior es un servicio de investigación dependiente de la Comisaría General de Información, una de cuyas misiones principales consiste en localizar, y en su caso detener, a integrantes de organizaciones o grupos delictivos que atenten contra la seguridad interior de España. También mantiene estrechas relaciones con otros servicios de espionaje.

El mes pasado, la brigada detuvo en Valencia a varios miembros de la organización terrorista argelina GIA.

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