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La presidenta de la Cámara de los Comunes prohíbe al Sinn Fein abrir oficina en el Parlamento

Betty Boothroyd, speaker de la Cámara de los Comunes, la persona que preside la Cámara baja del Parlamento británico, prohibirá al Sinn Fein, partido que representa al IRA en la escena política, abrir una oficina parlamentaria. La razón que maneja Boothroyd es que ninguno de los dos recientemente elegidos diputados del partido republicano, Martin McGuinness y Gerry Adams, está dispuesto a ocupar su escaño ya que se niegan a jurar lealtad a la corona británica. Aún así, la intención del Sinn Fein era disponer de una base en el palacio de Westminster tal y como lo confirmó ayer en Londres Martin McGuinness, numero dos del partido y desde el 1 de mayo, diputado por Mid Ulster.

La noticia de que el Sinn Fein podría disponer de una oficina en el Palacio de Westminster desde donde sus dos diputados tendrían a su alcance faxes, teléfonos y demás facilidades de las que disfrutan los demás diputados, había levantado considerable revuelo en los sectores conservadores británicos. Algunos destacados tories, como Norman Tebbit, cuya esposa resultó gravemente herida en un atentado del IRA en 1984, han señalado que se trata de "una burla a la Cámara de los Comunes", y una "afrenta a la democracia", además de plantear un grave riesgo para la seguridad de Westminster, dentro de cuyo recinto el IRA asesinó al diputado Airey Neave.Martin McGuinness negó ayer que la apertura de una oficina del Sinn Fein pudiera tener esta clase de implicaciones en la fase actual del proceso de paz en el Ulster. "Venimos con miras pacíficas", dijo el hombre que ha sido señalado innumerables veces como el auténtico jefe del IRA en una rueda de prensa con periodistas extranjeros.

Durante los años en que Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, fue diputado, de 1983 a 1992, no hubo nunca una oficina del partido republicano en las dependencias del Parlamento británico. Entre otras razones porque Adams, lo mismo que en la ocasión presente, no juró nunca obediencia a la reina británica, cuya soberanía sobre Irlanda del Norte no reconoce el Sinn Fein. Ni entonces ni ahora, los diputados del Sinn Fein cobran el sueldo de diputados, aunque McGuinness dijo confiar en que el hecho de no jurar obediencia a la Reina no les convierta en "diputados de segunda".

Pero el verdadero interés del recientemente elegido diputado por Mid Ulster es resaltar la "inhumana situación" en que se encuentra Roisin McAliskey, hija de la antigua diputada nacionalista Bernadette DevIin, a la que visitó en la prisión de Holloway, donde espera que la justicia británica decida sobre su extradición a Alemania. McAliskey, de 25 años y en avanzado estado de gestación, rechaza su implicación en el atentado cometido el pasado verano contra instalaciones del Ejército británico, en la localidad alemana de Osnabrück, ataque por el que la reclama la policía de ese país.

El movimiento republicano en pleno viene pidiendo desde hace meses que se le conceda la libertad condicional para que pueda ocuparse de su hijo, que nacerá la semana próxima. McGuinness se sumó ayer públicamente a esta petición instando al nuevo Gobierno laborista a que muestre en este caso su voluntad de respetar los derechos humanos.

La forma en que el equipo de Tony Blair resuelva el caso McAliskey, será "de crucial importancia" para el proceso de paz en Irlanda del Norte, recalcó el número dos del Sinn Fein. Aludiendo a unas recientes declaraciones del ministro de Exteriores, Robin Cook, en las que mostró la determinación del Gobierno británico de ejercer la defensa de los derechos humanos en el mundo, McGuinness recomendó a Londres que empiece por su propia casa.

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Fin del aislamiento

Por otro lado, Cook anunció ayer en París la decisión del Gobierno de Tony Blair de reincorporarse a la Unesco. La organización que promueve la educación y la cultura en los países del Tercer Mundo fue abandonada por el Reino Unido hace 12 años por decisión expresa de la ex primera ministra Margaret Thatcher, quejosa de su falta de transparencia financiera, cuando no de la abierta corrupción.

Cook presentó este retorno a la Unesco como una demostración más de la decisión del Gobierno laborista británico de poner punto final al "aislamiento" internacional que ha sufrido el país durante los 18 años de gobiernos conservadores. El calendario de este esperado regreso británico a la Unesco será dado a conocer dentro de unos. días por la ministra de Desarrollo Internacional, Clare Short. El Reino Unido volverá a contribuir económicamente, con 11 millones de libras (unos 2.500 millones de pesetas), a la financiación de los proyectos de la Unesco, descrita por Cook como una "importantísima organización en el ámbito de la educación, la cultura y la ciencia en el mundo".

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