IU invita al presidente de Antena 3 a llevar su denuncia al juzgado

En caso de duda, genuflexión. El sector duro de Izquierda Unida despejó ayer algunas dudas e impuso al grupo parlamentario IU-IC sus condiciones: no habrá pregunta ni interpelación parlamentaria sobre las amenazas vertidas por un alto cargo de Moncloa, sobre Antonio Asensio.La pregunta sobre las amenazas se quedó ayer en un consejo de la portavoz de IU-IC, Rosa Aguilar, quien recomendó a Asensio que acudiera al juzgado de guardia con las pruebas y, luego, se las entregara a los partidos que pedirían responsabilidades políticas si se demostrara que hubo amenazas. Una nota de Antena 3 respondía asegurando que "Antonio Asensio acudiría gustosamente al Parlamento, si se le cita o invita, para aportar los testimonios oportunos".

Sin embargo, siguen las dudas sobre si se preguntará por qué el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, usó papeles oficiales sobre fondos reservados en sus declaraciones a la Cope, cuando acusó al PSOE de pagar al expolicía José Amedo para que callara sobre la implicación de los socialistas en los GAL.

Mucho más beligerante se mostró el presidente de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó, quien pidió un careo judicial entre Asensio y Rodríguez y, si se demuestra que hubo amenazas del secretario de Estado, que se actúe contra él por vía judicial, y contra el Gobierno por vía parlamentaría para exigir responsabilidades políticas, informa Francesc Arroyo. Para Ribó, lo ocurrido no es "fruto de la crispación, es autoritarismo antidemocrático y un delito".

Resucitar la comisión GAL

Frente a esta polémica, Felipe Alcaraz, Willy Meyer, Francisco Frutos y Pablo Castellano abanderaron la petición de resucitar la comisión parlamentaria de los GAL, coincidiendo con lo que el día antes había pedido Álvarez Cascos. Todo lo demás, el cruce de acusaciones y las amenazas, tienen origen, en su opinión, en el pasado, y apoyar una u otra postura "sólo contribuiría a aumentar la crispación política". "En realidad, lo que no se quería era agobiar al Gobierno de Aznar", se lamentaba uno de los diputados derrotados.

En el fondo, siguieron el camino abierto esa misma mañana por el coordinador general de IU, Julio Anguita. Anguita se situó por encima del bien, del mal y de lo regular. No entró a valorar -como se le pidió- si era cierto el "clima de miedo" denunciado por Asensio, y prefirió pedir a Cascos y a González que dejen de darse "sopapos" en el arroyo. Ya metido en faena, recordó un pasado de "podredumbre y corrupción, expolio de dinero público a través de los fondos reservados, de perdón de impuestos, de gente encausada...".