_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Bolsa de euforia

LOS MERCADOS financieros han registrado nuevos máximos históricos. Se despide así una semana en la que las señales económicas avanzadas por las estima ciones de crecimiento del Banco de España y los re sultados de la encuesta de presupuestos familiares del INE empiezan a ser expresivas de la recuperación de la demanda nacional, pieza clave en la satisfacción de los objetivos de crecimiento de la economía para este año. Los próximos días aportarán muy probablemente novedades favorables de la mano del índice de precios al consumo correspondiente al mes de abril, que situará la tasa interanual de inflación por debajo del 2%. Es de esperar que se renueven las presiones para que el Banco de España decida un nuevo recorte de los tipos de interés.Esas señales que refuerzan las expectativas de cumplir las exigencias de acceso a la Unión Monetaria Europea alimentan ese círculo virtuoso en el que está inmersa la economía española. Al igual que la mayoría de las europeas. Pues la presunción de estabilidad de los precios y de continuidad en el saneamiento de las finanzas públicas son elementos comunes a las economías que aspiran a formar parte de la moneda única en 1999. Lo que a su vez provoca un descenso prácticamente generalizado de los tipos de interés sobre los títulos de renta fija y un creciente desplazamiento de los ahorradores hacia activos que, a pesar de su mayor riesgo, hagan posible la obtención de rendimientos más elevados.

Ese desplazamiento de las preferencias de los inversores hacia los mercados de renta variable sigue amparado en el buen comportamiento de la Bolsa de Nueva York; es decir, en la suposición de que la economía esta dounidense conseguirá despejar las dudas todavía exis tentes sobre las tensiones inflacionistas asociadas a esa extraordinaria prolongación de su fase expansiva. Algo que, sin embargo, no parece completamente asumido por el banco central de aquel país, la Reserva Federal, a tenor no sólo de la elevación de sus tipos de interés el pasado 25 de marzo, sino de las advertencias realizadas por su presidente, que hacen temer una nueva subida el próximo día 25. En un contexto de tan intensa integra ción internacional, los aparentes veredictos de los mer cados financieros sobre las economías en modo alguno pueden considerarse definitivos. La sensibilidad de estos mercados a modificaciones en la rentabilidad relativa de los activos financieros, por pequeñas que éstas sean, puede alterar significativamente situaciones considera das estables.

No hace falta subrayar que esa vulnerabilidad es tanto mayor cuanto más lo ha sido el recorrido alcista de las cotizaciones de los activos financieros. En la actualidad existe el convencimiento de que, sin menoscabo de la evolución inequívocamente favorable de las economías industrializadas, en algunas de ellas la sobrecompra de un futuro mejor ha podido ser excesiva. Razones hay para considerar que la alimentación de esa euforia Financiera que hoy vive también la economía española puede ser peligrosa; existen elementos de juicio para asumir que no sólo las cotizaciones bursátiles pueden estar infladas por ese entorno de reducidos tipos de interés, sino que también éstos pueden haber generalizado en exceso las virtudes de un entorno macroeconómico cuya continuidad no está garantizada en todos los países. Especialmente en aquellos que han hecho del ajuste a los objetivos de convergencia en las finanzas públicas un ejercicio de circunstancias. Hoy la prudencia es más valiosa que las enmiendas tardías.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_