Serra ordena que se extreme la seguridad en todos los cuarteles

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, confirmó ayer en Tarifa (Cádiz) que ha ordenado extremar la vigilancia y las medidas de seguridad en todos los acuartelamientos tras el atentado ocurrido en la base de Araca (Alava), informa Cándido Romaguera.

Durante su visita al Mando de Artillería de Costa del Estrecho (Mactae), el ministro declaró que "ya es hora de tener la plena alerta y así lo hemos comunicado a todas las unidades". "Ante la reiteración de actos terroristas de los últimos días he decidido extremar las medidas de seguridad", dijo.

La acción del comando que ayer penetró en la base militar de Araca no es la primera de este tipo que realiza ETA en los últimos años, si bien es una de las más audaces, según fuentes policiales. El 2 de agosto de 1991, este mismo recinto fue escenario de otro golpe de la organización terrorista: unos desconocidos intimidaron a dos centinelas con pistolas y granadas de mano y les arretabaron un fusil Cetme y un subfusil.

Lo ocurrido ayer guarda ciertas similitudes con lo sucedido el 16 de diciembre de 1983 en el polígono de tiro de las Bárdenas Reales (Navarra), donde un teniente y dos soldados resultaron heridos por la explosión de una de las tres bombas depositadas en las instalaciones donde pernoctaban 90 militares. El grupo terrorista penetró en el recinto con la presunta complicidad del etarra Miguel Ángel Gil Cervera, que realizaba la mili en ese acuartelamiento.

Dos asaltos en un día

El 16 de noviembre de 1980, dos comandos de ETA político-militar realizaron sendos asaltos en las instalaciones de la Jefatura del Sector Aéreo de San Sebastián y en el Batallón de Cazadores de Montaña Cataluña IV, en Berga (Barcelona). La primera operación se saldó con el robo de seis armas y las heridas sufridas por el coronel Ramón Gómez Aranalde al tratar de reducir al comando. Ese mismo día, 11 polis-milis y militantes del Partit Socialista d'Alliberament Nacional dels Paisos Catalans (PSAN) intentaron irrumpir en el cuartel de Berga, pero huyeron con las armas de tres centinelas al ser descubiertos.El 27 de abril de 1991, dos francotiradores de ETA dispararon desde una ladera cercana al cuartel de Loyola, en San Sebastián, contra los asistentes a una jura de bandera. Tres personas, entre ellas el coronel José Luis García de Frías, sufrieron heridas.

Tres etarras enmascarados y armados redujeron, el 10 de marzo de 1983, a los centinelas que hacían guardia en una granja militar de San Sebastián y colocaron una bomba que destruyó una caseta.