Las "joyas del legado"

La exposición de las obras de la colección Cambó se ha organizado por escuelas y, dentro de ellas, por orden cronológico. Comienza con la pintura italiana, desde el trecento, con las famosas tres tablas de Rímini, hasta el settecento, con los conocidos cuadros venecianos de los Tiépolo. En este apartado destacan obras de Neri de Bicci, Francesco del Cossa, Rafaellino del Garbo, Tiziano, Sebastiano del Piombo y Tintoretto. Sigue un pequeño ejemplo de pintura española, poco común en la colección Cambó, pero notable por la significación de algunas piezas, como es el caso de dos goyas y un magnífico bodegón de Zurbarán-; una muestra de pintura alemana, representada por Cranach el Viejo; una amplia presencia de pintura flamenca y holandesa de los siglos XVI y XVII, con obras de Quinten Metsys, Rubens, Pieter Quast y Willem Drost, y Finalmente una selección de pintura francesa e inglesa del siglo XVIII, con piezas de Quentin de la Tour, Fragonard y Élisabeth-Louise Vigée Le Brun.Maestro de la Madonna Cini La Anunciación

Datadas hacia 1330, se considera que estas pinturas sobre tabla que muestran diversos episodios de la vida de la Virgen formaban parte del retablo de la Madonna Cini, cuya tabla central se conserva en la Fundación Cini de Venecia.

Maurice Quentin de la Tour Pierre-Louis Laideguive

Se considera que este pastel es una de las obras maestras de Quentin de la Tour, quien la realizó hacia 1761 intentando dar una visión cotidiana y desenfadada del retratado, un notario parisiense amigo suyo.

Francesco del Cossa Virgen con Niño Jesús y ángel

Pintura al temple sobre tabla datada hacia el año 1460 y atribuida actualmente al pintor Francesco del Cossa (Ferrara, 1435-Bolonia, 1478), si bien este tema aún sigue estando en discusión. Los expertos reivindican su alta calidad e importancia.

Giandomenico Tiépolo El minué

Esta pieza y otra de similares características titulada El charlatán son en cierta manera los cuadros más populares de la colección Cambó. El político los adquirió en 1929 a la princesa de Arrivabene, viuda del príncipe Papadopoli, pese a la oposición de las instituciones italianas. Ambas obras están datadas en 1756 y fueron realizadas por Giandomenico Tiépolo (Venecia, 1727-1804).

Peter Paulus Rubens Lady Aletheia Talbot, condesa de Arundel

Mujer de gran fortuna familiar, la condesa de Arundel tenía fama de enérgica e independiente y, tal como demuestra la joya con el anagrama de Cristo que luce en el cuadro, hacía pública demostración de su fe católica en un momento de conflictos religiosos en su país. Se supone que Rubens (Siegen, 1577-Amberes, 1640), uno de los artistas más importantes de su época, pintó este retrato hacia 1620.