Móstoles gasta cinco millones al mes en daños por actos vandálicos
Dos colegios asaltados -el Cervantes y el Julián Besteiro-, dos jóvenes detenidos mientras forzaban con una palanca la puerta de la ermita de Nuestra Señora de Los Santos, del siglo XVI, y tres contenedores de basura incendiados. Esta fue la tarjeta de visita que dejó este fin de semana el vandalismo en Móstoles. Unos actos que le cuestan al Ayuntamiento una media de cinco millones de pesetas al mes.
Los actos vandálicos de fin de semana costaron al Ayuntamiento 67 millones de pesetas el año pasado. Con este dinero se arreglaron cristales de colegios, aseos de centros públicos, instalaciones deportivas y señales de tráfico. Además, la reposición de material en los centros de salud del municipio costó otros 30 millones. Según los responsables municipales, las gamberradas han disminuido este año gracias al incremento de la vigilancia policial y a la colaboración de los vecinos y los conserjes de los colegios.Los lugares en los que más irrumpen los vándalos -por lo general bebidos- son los 55 parques públicos de la localidad. En estos parques, el Ayuntamiento invirtió el año pasado 7,6 millones para cambiar los bancos y papeleras destrozados a patadas. Los árboles y plantas son otro objetivo de las botas de los gamberros, que en 1996 machacaron 200 ejemplares, cuya reposición costó dos millones de pesetas.
Los menores, por su parte, cometen sus fechorías en el interior de los centros escolares. Según un informe policial, los chavales identificados en 1996 como autores de destrozos en colegios fueron en su mayoría alumnos del propio centro o de otro próximo. Para acceder a los edificios, rompieron los cristales. Su reposición costó seis millones de pesetas.
Tras estudiar estos hechos, el Ayuntamiento ha aprobado un presupuesto de 20 millones de pesetas para colocar alarmas en los colegios, mientras que la Policía Nacional y Local han incrementado la vigilancia nocturna durante el fin de semana.Pero Móstoles (196.534 habitantes) no es el único municipio afectado por este mal. En Madrid, por ejemplo la noche del domingo al lunes fue asaltado el polideportivo del barrio del Pilar. No es un caso aislado. En 1996, los polideportivos de la capital sufrieron 66 ataques vandálicos, que supusieron al Instituto Municipal de Deportes un coste de 25 millones de pesetas. Este organismo, además, ha invertido este año 50 millones de pesetas en vigilantes jurados y en instalar alarmas conectadas a una central de seguridad privada.
En localidades como Fuenlabrada (160.000 habitantes) el consistorio destinó 60 millones en 1996 a cambiar los bancos públicos. Por su parte, en Alcorcón (142.000 habitantes) los actos vandálicos costaron una media mensual de 150.000 pesetas.
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