Majadahonda justifica la carestía de los servicios por su gestión privada

Privatización supone encarecimiento. Al menos en los servicios municipales de Majadahonda que han perdido la gestión pública. Comprar una tarjeta de residentes para aparcar un año en la zona azul de la localidad (39.700 habitantes) cuesta un 42,8% más que en Madrid. Además del precio, la diferencia es que en el primer caso el aparcamiento está gestionado por una empresa privada y la ORA de Madrid, de momento, por el Ayuntamiento. El alcalde majariego, Ricardo Romero de Tejada, del PP, afirma que "es lógico que las empresas concesionarias busquen su propio beneficio".La tarjeta de residentes para aparcar en la zona azul de Majadahonda cuesta alrededor de 5.000 pesetas al año. En Madrid, unas 3.500. "Aunque no estamos hablando de grandes cantidades de dinero, lo importante es el fondo de la cuestión: la privatización de un servicio público encarece el producto al ciudadano", explica Antonio Morales, portavoz del PSOE (en la oposición). Al igual que la privatización del aparcamiento en zona azul, otros servicios municipales -como la pista de hielo, la piscina cubierta y las clases de gimnasia- han encarecido los precios a los usuarios, añaden los socialistas.

"La pista de hielo de Aluche es privada y cuesta un 30% menos -700 pesetas la entrada- que la de Majadahonda -900 pesetas- Las clases municipales de gimnasia, servicio también explotado por una empresa privada, cuestan 3.490 pesetas al mes y duran media hora. En Collado Villalba, por ejemplo, las clases las gestiona el Ayuntamiento directamente, cuestan 1.500 pesetas al mes y duran 45 minutos. Lo mismo pasa con la entrada a la piscina cubierta municipal. En Majadahonda vale 440 pesetas y en Collado Villalba 200", explica Morales. El alcalde responde que comparar la pista de hielo de Majadahonda con la de Aluche "es como comparar un seiscientos con un Mercedes".

"Los ciudadanos no deben pagar ni una peseta más de las necesarias para cubrir los costes de un servicio público", dice Morales. El alcalde replica que esta idea "está anticuada". "No obedece a la realidad económica".