Vicente Amigo pone música a 'Marinero en tierra'

Apenas tiene 30 años pero ya es uno de los maestros de la guitarra flamenca. La última prueba es Poeta, su nuevo disco, obra compleja y ambiciosa que lleva los versos de Marinero en tierra al flamenco y la música sinfónica. Compone y toca Vicente Amigo -también canta algunos versos de Alberti-; dirige la orquesta de Córdoba Leo Brouwer -director de la Sinfónica de Cuba y autor de la orquestación-; recita Miguel Bosé, y el malagueño José Parra pone el cante. "Quizás ha sido una aventura demasiado atrevida", duda Amigo, "Pero creo que es un trabajo serio".

Cordobés nacido en Guadalcanal (Sevilla), Amigo es un tímido risueño. No se apea la guitarra de las manos, y mientras habla y escucha hace falsetas a velocidad de vértigo. Se ha cortado la coleta, lo que acentúa su aspecto de niño sensible, casi aprensivo -"Tengo mis miedos, claro"-, aunque hoy parece contento, lleno de proyectos: está haciendo un disco con Remedios Amaya, tiene otros dos pendientes con José Mercé y La Susi, sigue inventando cosas para su cuarto disco en solitario..."Lo más dificil para un guitarrista es buscar caminos", dice. "En ese sentido, Poeta quizá ha sido más fácil que los dos discos anteriores [De mi corazón al aire, de 1991, y Vivencias imaginadas, de 1995]. Lo compuse pensando melodías para la orquesta, pero lo difícil fue buscar la coherencia, componer una obra que al final se pueda oír como un todo".

Dividida en movimientos que son episodios biográficos de Alberti -El Puerto, el amor, la guerra, la mar, el exilio, el regreso...- , Poeta combina la fina sensibilidad compositora -cercana a la mística- de Amigo con su potente talento tocador. El trabajo -un encargo del Festival de Guitarra de Córdoba celebrado en 1992- parece complementario al de esos creadores que él llama "los flamencos fértiles: Enrique Morente, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y Camarón de la Isla". Gente que, como él, hacen avanzar al flamenco: "Hay gente que hace cosas para que estén de moda y otra gente que mira más allá. Yo trato de hacer lo que siento, cosas que se puedan escuchar hoy y mañana. Y los versos de Alberti, que están llenos de vida, ayudan mucho a eso".

Enseñanzas de Sanlúcar

Criado bajo la protección de Manolo Sanlúcar -"Estuvimos seis años juntos y me trató como a un hijo: me enseñó tanto de la música como de la vida"-, Vicente Amigo cree en el trabajo como fuente principal de inspiración: "Bueno, hay muchos días que no cojo la guitarra, pero si uno quiere estar a gusto consigo mismo tiene que tomárselo en serio. Si vienen las ideas y no estás alerta, se van. El arte, el duende, lo tiene quien lo tiene, pero la técnica y la composición hay que trabajarlas como si fueran un deporte".

Aunque, finalmente, todo es misterio: "Me parece que uno no termina nunca de aprender a tocar la guitarra, gracias a los músicos y a los artistas que nos manda Dios. Yo creo en él como un camino muy abierto, que lleva al bien, a la paz espiritual, el amor, la melodía. Ese dios no tiene que ver con la guerra o el hambre, tampoco es un señor con barba. Está en los artistas, los poetas, la magia...".