El Quijote, rosas y claveles

Don Quijote y Cervantes fueron los indiscutibles protagonistas de la celebración ayer del Día del Libro. Niños y mayores recordaron en bibliotecas y colegios las andanzas del hidalgo manchego y su fiel escudero Sancho Panza. A muchos les sonaban estos dos caballeros y la famosa frase de "en un lugar de la Mancha pero muy pocos reconocían haber llegado a la última página de la obra maestra de Miguel de Cervantes."Yo tengo ese libro en casa, pero tengo que entonar el mea culpa y decir que nunca lo he tocado. Y dicen que es una obra maestra", aseguró Mariano Sánchez, un, jubilado de Ciudad Lineal. Allí mismo, en la biblioteca de la junta municipal, los vecinos leyeron a lo largo del día párrafos de El Quijote.

Por la tarde, varias niñas leían, entre risas y por recomendación de un empleado municipal, los saludables consejos higiénicos que le dió el hidalgo a su sirviente en uno de los capítulos: "No comas ajos y cebollas, anda despacio, habla con reposo leía Ángela Bachiller, de 11 años, mientras sus compañeras comentaron en voz baja: "Qué gracia, Sancho era un poco guarrete".

Otras 11 bibliotecas municipales desempolvaron los volúmenes de El Quijote. Sin embargo, éste no es de los libros, según contaron los empleados municipales, de los más prestados. "La gente, sobre todo los jóvenes, lee, pero cosas más actuales", decía uno de los encargados de la sala de lectura de Ciudad Lineal.

En Hortaleza no se leía, pero todo el que puso el pie en el centro cultural del barrio se llevaba un libro -de una colección barata y de apenas un centenar de páginas, editada por el Ayuntamiento, sobre la vida de Cervantes, Manuel de Falla y Valle-Inclán- y un clavel. A media tarde ya se habían agotado los 300 ejemplares y otras tantas flores. La directora del' centro, Laura García, ni se lo creía: "La gente ha respondido con creces, porque queríamos que fuera un acto simbólico para que los que no lean mucho se aficionen poco a poco". Era el caso de varias señoras que aseguraron no dedicarle mucho tiempo a la lectura. "Por algo se empieza, estos libros tienen pocas páginas y. tienen buena pinta", dijo Felisa Torrijo, un ama de casa de Hortaleza.

La fiesta y el maratón del libro en el Círculo de Bellas Artes se prolongó durante 24 horas más de las previstas y concluyó a las 15.00 de ayer, informa Rosana Torres. Los casi 700 lectores anónimos dieron lectura a los primeros 23 capítulos de El Quijote, aunque las últimas intervenciones de Baltasar Garzón, Marina Rosell, el cantante Imanol, Elisa Serna y Juan Miguel Hernández de León, presidente del Círculo de Bellas Artes, entonaron en alta y clara voz el último capítulo de la obra universal.

Para animar al personal e intentar igualar la tradición catalana, los libreros sacaron sus tenderetes la la calle. La mayoría disparó las ventas. La Fnac, además de regalar 2.000 rosas y recoger mil diccionarios para la ONG Libros para el Mundo, quintuplicó sus ventas: 15.000 ejemplares. En Barcelona se vendió el doble.