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Barrionuevo preferiría ser juzgado por un jurado popular

Anabel Díez

El ex ministro del Interior José Barrionuevo, procesado por tres presuntos delitos en el caso GAL, expresó ayer su deseo de que, si fuera posible, su caso fuese juzgado por un jurado popular, ya que se siente tratado discriminadamente por "dos jueces de la Audiencia Nacional", en referencia a Baltasar Garzón y a Javier Gómez de Liaño. Su lamento sobre la actuación de estos magistrados se extiende a la pasividad de las instancias judiciales, que ni abren diligencias cuando se hacen acusaciones contra ambos jueces.En una reunión informativa con la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), el ex ministro del Interior repitió que piensa utilizar todos los cauces jurídicos y políticos para su defensa y se declaró una y otra vez "inocente" de los presuntos delitos por los que está procesado. Aunque no se da por vencido, sí da a entender que haga lo que haga está ya condenado. Barrionuevo divide en dos grupos a quienes tienen que tomar una decisión sobre su vida: "Los que quieren condenarme con el objetivo de que yo sea el todo y los que quieren condenarme diciendo que soy parte de ese todo". Barrionuevo se refiere con las alusiones al parte y al todo a que en el segundo grupo de sus acusadores se tiene el deseo de llegar en la acusación hasta el ex presidente del Gobierno Felipe González.

Así las cosas, el ex ministro estaría más tranquilo si su caso cayera en manos de un jurado. "Soy absolutamente partidario del jurado para todos los casos, y para el mío por supuesto, porque yo creo lo que dice la Constitución de que la justicia se imparte en nombre del pueblo". Pero los jurados populares no pueden juzgar delitos de terrorismo.

Su confianza en el jurado se ve aumentada porque "dos jueces de la Audiencia se han apartado de lo que debieran ser garantías procesales". "Se ha prefigurado", añadió, "un objetivo para acusarme y se ponen todos los medios para que cuadre ese objetivo. Lo que no cuadrase desecha"

"El fiscal no se estremece"

Barrionuevo se pregunta por qué sirvieron para inculparle declaraciones de unas personas [los ex policías Amedo y Domínguez] a un medio de comunicación y luego su ratificación ante los citados jueces, y cuando esas mismas personas, también a un medio de comunicación y después ante los tribunales, "inculpan a un juez [Garzón] de haber cometido delitos, no lleva consigo ni siquiera la apertura de diligencias". "¿Por qué ante las denuncias contra don Baltasar Garzón de actuaciones irregulares el fiscal general del Estado, tan diligente en otros momentos, no se estremece ni se interesa por las denuncias?".

En su opinión, el contenido de los papeles del Cesid "es banal" no prueban nada. Su destino sería "la papelera". Uno de esos documentos, el acta fundacional del GAL, es para Barrionuevo una copia casi textual de un documento fechado en 1979, tres años antes de que gobernaran los socialistas, que podría engrosar uno de tantos textos teóricos sobre la guerra sucia.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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