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Un barrio para 36.000 vecinos, tantos como viven en Soria, arranca al norte de Madrid

Antonio Jiménez Barca

Una ciudad con 12.718 viviendas previstas, donde cabrían todos los vecinos de Soria (36. 000), con un centro comercial, dos guarderías, cinco colegios, cinco institutos, tres polideportivos, dos centros culturales, dos asilos, un ambulatorio, un parque de bomberos, una comisaría y un, convento, entre otras cosas, arrancó ayer con la firma de un convenio. El nuevo barrio de Sanchinarro, al norte de Madrid, concretamente en un triángulo del tamaño de 380 campos de fútbol cuyos lados son la carretera de Burgos, la Vía Borde de Hortaleza y la M-40, comenzará a construirse en 1998.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Ignacio del Río, y la mayoría de los propietarios de los terrenos donde se asentará el nuevo barrio firmaron ayer un convenio que establece las reglas del juego: los dueños de las tierras podrán construir y vender las viviendas, pero también tendrán que encargarse de erigir todos los demás equipamientos (colegios, ambulatorios, etcétera), las calles y los accesos por carretera; el Ayuntamiento, además, se queda con el 10% de las viviendas. Los pisos no podrán venderse todos al precio de mercado: 3.837 (el 30,17% del total) serán de protección oficial, a razón de 136.000 pesetas por metro cuadrado (una media de 12 millones de pesetas por cada vivienda de 90 metros); 3.759 (29,55%) serán de precio tasado (entre 17 y 20 millones de media por piso); el resto de las viviendas, 5.122 (40,28%), serán de precio libre. El nuevo barrio de Sanchinarro (la gente de la zona no sabe exactamente por qué se llama así) acabará de construirse, si se cumplen los plazos previstos, en el 2006. Entre 1998, fecha del inicio de las obras, y el 2006, la operación se ha dividido en cuatro fases de dos años cada una. A finales del 2000, según los planes, estarán construidas más de 4.000 casas. En lo que todo el mundo está de acuerdo es en que lo primero que se abrirá será un Hipercor, que actuará, según los dueños del terreno, "como una locomotora" para todas las demás construcciones.

"Cuando la gente ve que ya hay un centro comercial en el barrio se anima más a comprar y a participar, ya no se ve la cosa tan en el aire", decía ayer uno de los dueños del terreno. Actualmente, Hipercor tiene ya un centro comercial en las salidas de Madrid por las carreteras N-III, N-V y N-VI. En construcción se encuentra otro en la N-11.

Pero para que todo arranque en 1998 faltan todavía unas cuantas cosas: en primer lugar, que todos los dueños de los terrenos quieran participar en la operación. Hasta el momento están conformes 70 de los 300. En porcentaje, estos 70 poseen más del 60% del suelo, y la ley estipula que cuando los propietarios que tienen más del 60% de la tierra están de acuerdo, la operación puede comenzar.

Expropiación

Los otros dueños irán poco a poco adhiriéndose, y, en último caso, si no participan, se les expropiarán sus terrenos. "Los que no participan son gente que no quiere líos, que quiere que se les dé su dinero por la venta de sus tierras, y fuera", dice un terrateniente.

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Porque meterse en este grupo, que técnicamente se denomina Junta de Compensación, equivale a invertir en urbanizaciones (cada uno paga en función del terreno que tiene; cuanto más terreno, más se paga) para luego esperar un beneficio vendiendo las casas. La mayoría de los propietarios son inmobiliarias o constructoras, pero hay médicos, abogados o agricultores que poseen las tierras por herencia familiar.

Todos pondrán sus propiedades en común para luego sacar beneficios en función de los terrenos que aporte cada uno. Tienen hasta final de año para convencer al resto de los propietarios.

En la actualidad, no se encuentra otra cosa en las 380 hectáreas de Sanchinarro que campo baldío y 200 habitantes que viven en casas bajas. A estas personas se las realojará si son ilegales y están censados; si son propietarios podrán vender a la junta o participar como un socio más. También existe un convento de monjas. Muy cerca de él se edificará el Hipercor y los centros culturales previstos. Pero la residencia de las religiosas se quedará como está.

El Ayuntamiento tiene pendientes cuatro nuevos barrios más: en Vallecas, Carabanchel, Montecarmelo y las Tablas (estos dos últimos, muy cerca de la futura miniciudad de Sanchinarro que ayer echó a andar).

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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