El fiscal pide que AENA le diga si ha multado a aviones por exceso de ruido

La Sección de Medio Ambiente de la Fiscalía de Madrid ha requerido a Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) que le informe sobre los expedientes que, en su caso, haya abierto durante al año 1996 a compañías aéreas que operan en Barajas por excesos en el nivel de ruido de los aviones, según han informado fuentes de este departamento.La fiscalía solicita también en su escrito a AENA, organismo que gestiona los aeropuertos españoles, que le informe del programa operativo de seguridad y control de ruidos de los aviones. El aeropuerto madrileño dispone de un estudio de impacto ambiental que obliga a Barajas a instalar detectores de ruido de los aviones con vistas a sancionar a aquellos que excedan del nivel permisible.

Los vecinos del barrio de la Alameda de Osuna, el más próximo al aeropuerto y, por tanto, el que más soporta los ruidos que producen los aviones en sus despegues y aterrizajes, se han quejado de que los detectores existentes en la actualidad no están colocados en los lugares más adecuados. Por eso, la fiscalía pretende que AENA le indique el número y el lugar donde están instalados esos detectores. También quiere el área de Medio Ambiente de la fiscalía que AENA le indique que compañías, si las hay, son las que, en las salidas y llegadas de sus aparatos, no respetan los pasillos aéreos establecidos.

Los responsables aeroportuarios de Barajas reconocieron a comienzos de este año que habían abierto algunos expedientes a determinadas compañías cuyos aviones no siempre respetaban el pasillo aéreo, con el consiguiente incremento del nivel de ruido para los vecinos de los pueblos limítrofes.

Existe la sospecha en fuentes jurídicas de que algunos aviones, por ahorrar combustible, no respetan los itinerarios fijados.

Por último, la fiscalía pretende que AENA le indique si dispone de un plan de seguridad y actuación ante un eventual accidente en los enormes depósitos de combustible que existen en el aeropuerto, madrileño y de los que se sirven los aviones para repostar.