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FÚTBOL. 35ª JORNADA DE LIGA

Rivaldo marca la diferencias

El Deportivo doblega a un Logroñés que ya sólo dispone de orgullo

Juego ralentizado, impropio de la alta competición; fútbol de principios de los setenta, donde el esfuerzo físico quedaba solapado por la técnica. El balón de bota en bota, en distancias cortas, con desplazamientos lentos del jugador, al trote, y así 90 minutos fue lo que ofrecieron Logroñés y Deportivo. Al final, la clase se impuso. Rivaldo, con dos tantos, marcó la diferencia de ese fútbol pretérito, y que deja al Deportivo agazapado y preparado para el último asalto liguero.En Las Gaunas nadie duda del trabajo de Carlos Aimar, situando en un primer plano al técnico sobre el fondo certero del descenso. Desde el consejo de administración hasta el último aficionado todos se encuentran más que convencidos de la realidad de la Segunda División, aunque desconcierte un adiós demasiado temprano, que pone dudas sobre la idea de que en otras manos se hubiera perecido antes. Ya son ocho derrotas consecutivas, que han permitido la huida de los equipos que precedían al Logroñés y que han situado al club de La Rioja en el último puesto de la clasificación.

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Aimar y su once tan solo apelan al orgullo, a la dignidad, y en esa despreocupación logró ayer ofrecer una buena imagen ante el socio. De un penalti no pitado en el área de Songo'O, en el primer cuarto de hora, se pasó a otro sí señalado en la de Aizkorreta. Rivaldo, excelente hasta en la pena de los nueve metros, colocó el esférico en la escuadra del guardameta local.

Todo fluyó sin estridencias y sin acritud hasta el minuto 68. Una nueva aparición de Rivaldo amarró los tres puntos para los de Riazor. La perfecta conducción del balón a las inmediaciones del área rival fue resuelta con un preciso tiro que volvía a alcanzar la escuadra de Aizkorreta. Como manda el fútbol brasileño, con el interior y a la escuadra.

El tanto no desaforó a los riojanos. El Logroñés ya posee la tranquilidad de los desheredados. Siguió dominando el cuero y llegando, al paso, a las zonas sensibles deportivistas. Rubén Sosa, entonces, quiso enmendar la tarde a Rivaldo. Unos minutos antes, Songo'O desbarató otro gran lanzamiento del uruguayo, pero a la segunda, el desmarque de Sosa surtió efecto, y colocó el balón en la meta coruñesa.

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